Tecnología

Sam Altman advierte que "Operator", el nuevo modelo de OpenAI, puede revolucionar el empleo en 2025

2025-01-08

Autor: Sofía

La inteligencia artificial (IA) está en el horizonte de una transformación tecnológica que cambiará radicalmente nuestra manera de trabajar. En palabras de Sam Altman, CEO de OpenAI, el año 2025 será crucial con la introducción de agentes de inteligencia artificial en las empresas, lo que podría redefinir tanto la productividad como la estructura de los negocios. Esta proyección se basa en un análisis detallado que Altman compartió en su blog, donde también reflexiona sobre las dificultades que ha enfrentado desde el debut de ChatGPT en 2022.

Los agentes de IA, que Altman describe como herramientas capaces de ejecutar tareas de manera autónoma, han captado la atención de grandes empresas como Microsoft y McKinsey. Estas innovaciones no solo automatizarán procedimientos básicos, sino que también serán capaces de tomar decisiones operativas en tiempo real. Altman enfatiza que esto podría "modificar radicalmente el rendimiento de las empresas".

Sin embargo, la implementación de estos agentes conlleva serios desafíos. A medida que las organizaciones adoptan estas tecnologías, surgen preguntas sobre los costos, la implementación efectiva y las implicaciones éticas de confiar responsabilidades críticas a sistemas autónomos. Estas consideraciones resaltan la complejidad de lo que se anticipa será un cambio transformador y polémico.

Altman anticipa que "Operator", el nuevo modelo de OpenAI, no solo se limitará a tareas simples como redactar correos electrónicos o coordinar reuniones, sino que puede comenzar a manejar funciones organizativas más complejas dentro de las compañías. En su reciente publicación, sugiere: "En 2025, podríamos ver a los primeros agentes de IA integrarse al trabajo, impactando significativamente el rendimiento empresarial".

Las empresas líderes ya están explorando este potencial. Microsoft, mayor inversor en OpenAI, ha lanzado herramientas similares bajo su plataforma Copilot Studio. Por su parte, McKinsey está en proceso de desarrollar un agente capaz de gestionar consultas de clientes y coordinar reuniones de seguimiento. Proyecciones de consultoras indican que hacia 2030, hasta un 30% de las horas laborables en la economía estadounidense podría ser automatizado.

Este avance hacia la automatización plantea un debate crucial sobre el futuro de los trabajadores. Aunque se espera que los agentes de IA aumenten la eficiencia, algunos analistas alertan sobre el riesgo de incrementar las desigualdades laborales al desplazar puestos en sectores específicos.

El camino de OpenAI hacia el desarrollo de una inteligencia artificial más avanzada no ha estado exento de controversias. En 2023, Altman fue despedido temporalmente por la junta directiva, un hito que él catalogó como un "gran fracaso de gobernanza". Este episodio subraya la necesidad de un liderazgo diverso y experimentado en una industria que avanza rápidamente.

Por otro lado, OpenAI ha decidido transitar hacia una estructura corporativa más convencional, generando tensiones internas. A finales de 2024, la compañía anunció su intención de transformar su rama con fines de lucro en una corporación de beneficio público, buscando atraer inversiones para satisfacer la creciente demanda de capital destinado al desarrollo de tecnologías de IA. Altman confesó: "Nunca pensamos que necesitaríamos tal cantidad de recursos".

Estas decisiones reflejan la intensa competencia que enfrenta OpenAI, con gigantes como Google, Amazon y Salesforce lanzando sus propios agentes de IA, respaldados por vastos recursos y colecciones de datos exclusivas.

Más allá de los avances inmediatos, Altman enfatiza que el objetivo ambicioso de OpenAI es alcanzar la superinteligencia, una forma de IA que supere las capacidades humanas en casi cualquier tarea. Según su blog, esta tecnología podría "acelerar drásticamente los descubrimientos científicos y abrir una nueva era de prosperidad".

No obstante, este objetivo genera escepticismo entre expertos. Si bien Altman asegura que OpenAI tiene el conocimiento para construir una inteligencia artificial general (AGI, por sus siglas en inglés), expertos como Demis Hassabis y Ray Kurzweil advierten que su desarrollo podría demandar décadas. A su vez, hay quienes consideran que los sistemas actuales están lejos de poseer el razonamiento necesario para ser considerados verdaderamente generales.

La llegada de los agentes de IA a la fuerza laboral es un fenómeno inevitable, sin embargo, el impacto real dependerá de cómo las empresas y la sociedad en su conjunto gestionen esta transición. Mientras Altman y otros ven en estos avances una oportunidad para mejorar la eficiencia y fomentar la innovación, es crucial abordar los retos éticos y las disparidades que podrían surgir.