Este martes, la empresa Colbún sorprendió al país al anunciar la suspensión del polémico proyecto ‘Central de Bombeo Paposo’ en la región de Antofagasta. Esta decisión llega tras el desalentador rechazo por parte del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) a un recurso de reposición solicitado por la compañía para seguir con la evaluación del Estudio de Impacto Ambiental (EIA).

Colbún expresó su descontento ante la decisión de la autoridad ambiental, defendiendo que su estudio presentaba información ‘relevante y esencial para una adecuada evaluación de los impactos ambientales’. No obstante, su postura fue desestimada por el SEA.

En un comunicado, Colbún reafirmó que no había información incompleta que no pudiera ser aclarada a través de un proceso de rectificación dentro de los márgenes de la evaluación, tal como lo establece la legislación actual.

El EIA presentado en junio de este año resultó de un arduo trabajo de dos años de participación ciudadana, el cual involucró a las comunidades vecinas y realizó una profunda caracterización de las comunidades indígenas en la zona.

La reacción de Colbún no se hizo esperar: “Nos sorprende que solo se haya acogido parcialmente el recurso de reposición”, señalaron sus representantes. Aunque la resolución del SEA reconoce que parte de la información en el EIA necesitaba mayores aclaraciones, esto no fue suficiente para proseguir con el ambicioso proyecto.

La compañía consideró que la respuesta de la autoridad presenta incoherencias y errores formales que afectan la certeza jurídica, algo esencial para avanzar con iniciativas de gran envergadura en el país.

El Proyecto Central de Bombeo Paposo tenía como meta diversificar la matriz energética nacional mediante la producción de energía limpia y sostenible, proyectando una capacidad de 800 MW y una generación anual de 1.800 GWh. Este proyecto no solo prometía mejorar la situación hídrica mediante el reciclaje del agua, sino que también avanzaba con una infraestructura versátil para las comunidades cercanas.

En una era donde la energía renovable es más crítica que nunca, este proyecto se perfilaba como un referente en Latinoamérica al integrar energías renovables con sistemas de almacenamiento. Se planeaba incluso una instalación de desalación para abastecer de agua a la comunidad de Paposo.

Con una inversión total que ascendía a US$ 1.400 millones, el proyecto incluía un ambicioso programa de vinculación laboral, priorizando la contratación de mano de obra local y regional. Colbún destacó la necesidad de iniciativas como esta para impulsar la transición energética y cumplir con los objetivos de descarbonización y acción climática.

Sin embargo, ante el rechazo de la reposición y la respuesta de la autoridad ambiental, la empresa se vio forzada a suspender indefinidamente el desarrollo del proyecto, evaluando sus alternativas de acción futura.