Los especialistas en bienestar nos dicen que la verdadera felicidad es un esfuerzo compartido y no un destino individual.

Siempre he tenido una lista de propósitos de Año Nuevo centrados en mí misma. He prometido muchas veces volver a estudiar francés, poner freno a las compras impulsivas o acostarme más temprano en las noches. Sin embargo, la meta ha sido la misma: convertirme en una versión de mí misma más feliz y mejor.

Pero aquí viene el giro: los expertos destacan que, aunque el auto-mejoramiento es admirable, enfocarnos en nuestras conexiones con los demás puede ser el secreto para alcanzar una felicidad duradera.

"Vivimos en una sociedad que ha enmarcado la búsqueda de la felicidad como un camino solitario", afirma Stephanie Harrison, fundadora de The New Happy, una plataforma que combina arte y ciencia para redefinir el significado de la felicidad. "Es hora de pensar en la felicidad como un estado colectivo, que construimos juntos".

Numerosas investigaciones indican que las relaciones interpersonales son fundamentales para nuestro bienestar. Por ejemplo, un estudio que ha durado más de 80 años ha revelado que la calidad de nuestras relaciones puede influir significativamente en nuestra salud física y mental. A medida que reflexionas sobre tus objetivos para 2025, aquí hay algunas sugerencias para centrarte en tus vínculos con amigos, familiares y compañeros de trabajo.

Emma Seppälä, psicóloga de la Universidad de Stanford, resume décadas de trabajo sobre la felicidad: "Las personas más felices son aquellas que viven en compasión y autocompasión simultáneamente, lo que también se traduce en vidas más largas y saludables."

No es necesario hacer hazañas heroicas para contribuir al bienestar colectivo; incluso las pequeñas acciones cuentan. "No tienes que ir a alimentar huérfanos", dijo Seppälä. Simplemente muestra gratitud y apoyo a quienes te rodean.

Harrison aconseja comenzar con un gesto pequeño, como recordar el número de veces en que has sido apoyada por otros. La ciencia respalda que cuando recibimos amor, somos más propensos a devolverlo y ayudar a quienes nos rodean.

Un consejo valioso que comparte Harrison es que tenga una alarma en su calendario que le recuerde: "Asegúrate de haber ayudado a alguien hoy". Si el día llega a su fin y no has podido, sal a buscar una oportunidad para hacerlo, ya sea escuchando a un amigo que está pasando por un mal momento o simplemente enviando un mensaje de agradecimiento.

Charlas con desconocidos también pueden aumentar tu bienestar. Según Elizabeth Earnshaw, terapeuta de relaciones, estas interacciones pueden ser una forma de practicar y expandir tu círculo, especialmente si tu propósito de Año Nuevo incluye hacer nuevos amigos.

No subestimes el poder de invertir en "lazos débiles", esos conocidos que ves ocasionalmente. Tomarse un momento para recordar sus nombres o sus intereses puede hacer que esas interacciones sean más significativas y contribuir a una red de apoyo más sólida.

Rubin, un experto en relaciones, sugiere cambiar el contexto de tus encuentros con conocidos que desearías convertir en amigos. Esto puede aplicarse especialmente en el ámbito laboral, donde tener un amigo o aliado se traduce en mayor felicidad y productividad.

Antes de que termine el año, identifica a las personas de tu vida cuya presencia es crucial para tu felicidad y éxito. Llama a ese amigo o familiar y propón un plan para pasar más tiempo juntos.

Finalmente, si estás en una relación amorosa, planteen objetivos conjuntos que incluyan desde la gestión de presupuestos hasta cómo cuidar el bienestar del otro. ¡La felicidad realmente se construye en compañía! Al transformar tus propósitos de Año Nuevo en esfuerzos colectivos, no solo mejorarás tu vida, sino que también contribuirás al bienestar de quienes te rodean.