En un avance sorprendente en la salud pública, nuevos ensayos clínicos han confirmado que la profilaxis posexposición con doxiciclina, conocida como doxyPEP, reduce significativamente el riesgo de infecciones de transmisión sexual (ITS) bacterianas. Este efecto es especialmente notable entre hombres que han sido asignados al sexo masculino al nacer, así como entre personas que viven con VIH o que utilizan la profilaxis previa a la exposición (PrEP).

La investigación liderada por el Dr. Michael Traeger en el prestigioso Instituto de Atención Sanitaria Harvard Pilgrim, vinculado a la Universidad de Harvard en Boston, EE. UU., tiene como objetivo fundamental entender la adopción temprana de doxyPEP y cómo afectan estas nuevas medidas en la incidencia de ITS en la práctica clínica.

En un estudio retrospectivo realizado en California, se analizaron datos de 11.551 adultos mayores de 18 años (95,1% hombres) que estaban recibiendo PrEP para el VIH. Los investigadores compararon las tasas de ITS bacterianas, como clamidia, gonorrea y sífilis, entre quienes tomaron 200 mg de doxiciclina dentro de las 72 horas posteriores a la relación sexual (n=2.253) y aquellos que no lo hicieron.

Los resultados fueron asombrosos: la positividad trimestral de clamidia cayó del 9,6% antes de iniciar el tratamiento al 2,0% después (RR: 0,21; IC 95%; P<0,001), una disminución significativa en todos los sitios anatómicos infectados. La tasa trimestral de gonorrea también experimentó una ligera pero importante reducción, bajando del 10,2% al 9,0% (RR: 0,88; IC 95%; P=0,048). Es interesante señalar que las reducciones más marcadas fueron en gonorrea rectal (RR: 0,81) y uretral (RR: 0,56), aunque no se notaron cambios significativos en los casos de gonorrea faríngea. La sífilis, por su parte, mostró un descenso de la positividad trimestral del 1,7% al 0,3% (RR: 0,20; IC 95%; P<0,001).

Lo que es igualmente alarmante es que, entre aquellos que no recibieron doxyPEP, la tasa de ITS se mantuvo constante. Esto indica que la profilaxis posexposición no solo es una opción viable, sino esencial para la reducción de ITS en poblaciones vulnerables.

El uso de doxyPEP podría tener un impacto transformador en la salud sexual, (¡y lo mejor es que estamos solo al principio de explorar su potencial!) No solo se trata de una opción adicional para aquellos que usan PrEP, sino que podría convertirse en estándar en la prevención de ITS. La comunidad médica ahora se enfrenta a la responsabilidad de implementar estas prácticas de forma eficaz para proteger aún más a las personas en riesgo. ¡El futuro de la salud sexual está aquí y es prometedor!