La profesión médica está en constante evolución, y la enseñanza de los conceptos que guían la práctica asistencial no se queda atrás. Aunque la formación universitaria sigue ciertos estándares europeos, muchas universidades españolas están reconfigurando sus planes de estudio para priorizar nuevas áreas. Un ejemplo destacado es la Universitat Pompeu Fabra (UPF), que desde hace poco más de un año ofrece la única asignatura dedicada completamente al Humanismo en Medicina en España.

El Dr. Manuel Pera, director de la asignatura y jefe de la Sección de Cirugía Gastrointestinal del Hospital del Mar, señala: “Hay facultades de Medicina que incluyen la bioética y la relación médico-paciente, pero yo quise ir más allá desde el principio”. Esta asignatura, que inauguralmente se lanzó en abril de 2023, comenzará su tercera edición en el tercer semestre del curso académico 2024/2025.

El humanismo en la Medicina no solo puede abordarse desde la bioética. “La filosofía, la antropología, la literatura, el arte y la comunicación enriquecen a nuestros alumnos, brindándoles una visión más completa de la relación médico-paciente”, dice Pera.

Les advierte sobre un fenómeno inquietante: “Los estudiantes llegan con una gran ilusión y empatía, pero eso puede desvanecerse si se aplica un currículo excesivamente técnico y científico. La formación orientada solo al aspecto biomédico puede zgarrar la esencia humana de la profesión”.

A diferencia de España, algunas universidades anglosajonas como Harvard y Johns Hopkins ofrecen cursos relacionados con las humanidades médicas, pero Manuel Pera critica que en muchos casos son impartidos por especialistas de las humanidades sin conexión práctica con la medicina. “Buscaba establecer un puente real entre la cultura humanista y la medicina”, comenta.

Luego de meses de trabajo, logró implementar una asignatura optativa de tres créditos. La decisión clave fue en qué curso impartirla. “Decidimos que fuera para los alumnos de segundo. En esta etapa, los estudiantes conservan esa empatía que hay que fomentar”.

LA ASIGNATURA DESGLOSADA: UN ENFOQUE INNOVADOR

La asignatura de Humanismo en Medicina se estructura en cuatro bloques diferenciados. El primero se centra en los aspectos críticos de la comunicación en el diagnóstico médico: cómo escuchar, la importancia del contacto visual, la creación de un entorno seguro para el paciente, y el desarrollo de la empatía y la compasión. “Estas habilidades no solo son fundamentales para el primer encuentro, sino para cada interacción en el hospital”, subraya Pera.

El segundo bloque está dedicado a la literatura. Los estudiantes leen textos de médicos y pacientes, con el objetivo de sensibilizar sobre la calidad de la relación médico-paciente. En el tercer bloque, se explora la Medicina narrativa, donde especialistas ayudan a reflexionar sobre relatos que recogen experiencias de los pacientes, del modo que se observa que la Medicina contemporánea puede ser a menudo mecanicista y lejana.

“Mucha de la información clínica pierde matices humanos, compartimos la importancia de captar las incertidumbres y dudas del paciente”, añade Pera.

Por último, la asignatura incluye el bloque de artes visuales, donde los alumnos analizan obras de arte y su impacto terapéutico. Este año han incluido una nueva sesión sobre la relación entre la arquitectura y la Medicina, enfatizando la relevancia del diseño hospitalario para el bienestar del paciente.

“Estamos viendo cómo integraremos cada vez más estas perspectivas en nuestros programas de formación. La Medicina no debe ser solo una ciencia; es también un arte, y quien lo ejerce debe ser un humanista en acción”.

El avance en la enseñanza del humanismo en medicina no solo promete mejorar la experiencia educativa, sino que tiene el potencial de transformar la atención al paciente, devolviendo a la profesión médica esa conexión humana que siempre debió estar presente.