La presión del fútbol profesional, un deporte de alto rendimiento, ha traído consigo una serie de desafíos emocionales que, hasta hace poco, eran considerados tabú en el ámbito deportivo. Sin embargo, la salud mental de los jugadores se ha convertido en un tema de creciente importancia y discusión, y ahora, el Sindicato de Futbolistas Profesionales (SIFUP) está listo para realizar un avance monumental en la historia del fútbol chileno.

Con su innovador estudio titulado ‘Salud Mental en el Fútbol Masculino Profesional 2024’, SIFUP pretende apuntar a la identificación de problemas que han sido casi ignorados en Chile. Este ambicioso proyecto tiene como meta detectar síntomas de ansiedad, depresión, trastornos del sueño e incluso ideación suicida, permitiendo así una atención preventiva y temprana.

Luis Marín, miembro del directorio del SIFUP, enfatizó la importancia del estudio en una reciente conversación con medios deportivos: “Estamos ante el primer estudio en la historia del fútbol chileno enfocado en la salud mental. Todo se lleva a cabo bajo la dirección del sindicato con un psicólogo que realiza un análisis exhaustivo.”

Este estudio utiliza el Test SMHAT del Comité Olímpico Internacional, un cuestionario anónimo que permite a los jugadores expresar sus necesidades de ayuda sin temor a repercusiones. Además, aquellos que requieran asistencia adicional podrán iniciar un contacto para comenzar un proceso terapéutico tras una evaluación psicológica.

Desde el inicio de este proceso hace aproximadamente cinco meses, SIFUP ha logrado que el 70% de los 1280 jugadores del sindicato completen la encuesta, lo que demuestra una disposición sin precedentes a abordar estos temas sensibles. Marín indicó que "solo un pequeño número de jugadores ha solicitado ayuda específica", lo que revela que, si bien hay conciencia, aún queda mucho por hacer para normalizar el acceso a la ayuda mental.

El exarquero subrayó el peso emocional que enfrentan los futbolistas: “La presión que siente un jugador proviene de múltiples fuentes: el rendimiento deportivo, la presión personal y las expectativas familiares. Este cóctel de desafíos puede conducir a problemas graves, y es crucial que el estudio pueda ofrecer soluciones específicas.”

Lamentablemente, menos del 50% de los clubes tienen un psicólogo permanente, una situación que Marín calificó de alarmante. “Desde el sindicato, estamos comprometidos a abordar esta problemática y a buscar soluciones que permitan a los clubes priorizar la salud mental de sus jugadores”, añadió.

El mensaje que SIFUP desea transmitir es simple pero poderoso: “No debemos tener miedo de hablar abiertamente sobre nuestra salud mental. Necesitamos que los clubes reconozcan esto como una responsabilidad. Los jugadores atraviesan muchas situaciones complicadas, desde cuestiones sociales hasta expectativas que afectan su bienestar emocional.”

Este estudio no solo es un hito en el fútbol chileno, sino que marca un cambio cultural en la forma en que se percibe la salud mental en el deporte. “Es un asunto que siempre ha estado presente; simplemente ahora se habla de una manera más abierta. Buscamos que los jugadores se sientan respaldados y comprendidos”, concluyó Marín, subrayando la necesidad de que esta tendencia continúe creciendo.

Con este esfuerzo, SIFUP está preparado para desafiar la estigmatización de la salud mental y construir un futuro más saludable para los futbolistas chilenos.