El aumento de la esperanza de vida junto con una población que envejece rápidamente presenta nuevos retos para el sistema de salud de Chile. Factores como el incremento de pacientes con cáncer y enfermedades crónicas mal controladas han llevado a la creación de un innovador programa de especialidad en medicina paliativa que se desarrollará en la Universidad de Concepción.

Desde enero de 2023, la Ley de Cuidados Paliativos Universales ha implementado un marco legislativo que exige atención a pacientes con un pronóstico de vida de menos de 12 meses. Javier Gamboa, médico especialista en cuidados paliativos y docente de la Universidad de Concepción, enfatiza la creciente importancia del área. “Los cuidados paliativos buscan no solo aliviar el dolor, sino también proporcionar dignidad a los pacientes en su etapa final y permitirles estar acompañados por sus seres queridos”.

El Hospital Guillermo Grant Benavente, el único centro especializado a nivel nacional, ha liderado esfuerzos para garantizar atención integral a los pacientes. Kelly San Martín, jefa del servicio, destaca la necesidad urgente de estos cuidados: “Actualmente atendemos a 2,000 pacientes anuales, pero prevemos que esa cifra se triplicará en los próximos cinco años,” añade. Esto es un reflejo de la creciente demanda y la necesidad de preparar a más profesionales en el campo.

El nuevo programa de formación estará bajo la dirección del Servicio de Medicina Paliativa del mencionado hospital y se espera que atraiga a un número significativo de médicos. “Estamos trabajando en los trámites para que este programa de posgrado sea una realidad. Estará compuesto por un total de 3 años de formación, donde se abarcarán temas desde medicina interna hasta cuidados paliativos específicos para pacientes oncológicos y pediátricos,” explica Gamboa.

Una de las características más emocionantes de esta nueva especialidad es el enfoque práctico que incluye pasantías en el extranjero. Estudiantes interesados en diversas áreas podrán elegir programas en países como Argentina, México, Canadá, Costa Rica y España. Este enfoque internacional no solo ampliará sus conocimientos, sino que también les brindará oportunidades de aplicar lo aprendido en contextos diversos.

Lo más sorprendente es que esta será la primera especialidad de este tipo en el país. Actualmente, solo existe una subespecialidad en la Universidad Católica de Santiago, lo que indica un alto interés y demanda por parte de los profesionales de la salud. Durante un congreso reciente en Arica, 9 médicos manifestaron sus intenciones de postular, lo que es un indicador claro del interés en esta área crítica.

La nueva especialidad abordará una brecha significativa en la formación de médicos paliativos. Muchos de ellos han tenido que formar su capacitación recorriendo diversos países y enfrentando obstáculos significativos que han tardado más de una década en superar. Con esta especialidad, los futuros profesionales completarán su formación en tan solo 3 años.

San Martín subraya que el manejo adecuado de los pacientes en la etapa final de su vida requiere una formación específica: “No todos los médicos están preparados para tratar a pacientes en situaciones de fin de vida. Es crucial conocer el manejo de medicamentos como morfina y las técnicas de sedación adecuadas, porque un error puede tener consecuencias graves”, advierte.

Además, Gamboa aclara que simplemente tener acceso a literatura médica no es suficiente. “La experiencia es fundamental para proporcionar un tratamiento integral. Nos hacemos cargo de aquellos pacientes que son olvidados por el sistema y aseguramos que reciban el cuidado que merecen al final de su vida. La capacidad de ofrecer un modelo de atención digna y humana es lo que realmente delimita nuestra especialidad”, concluye.

Con la inauguración de este programa de formación, se espera atender la urgente necesidad de cuidados paliativos en Chile y ofrecer una alternativa de calidad que mejore la vida de miles de pacientes y sus familias en momentos críticos.