La era de la IA y sus profundas reflexiones

La inteligencia artificial no solo está transformando la tecnología, también nos plantea interrogantes sobre el futuro del empleo ante la inminente automatización, el modelo social que debemos adoptar y dilemas filosóficos y religiosos sorprendentes.

¿Estamos bajo el control de una fuerza superior?

Filósofos futuristas se han planteado una inquietante pregunta: ¿podría la IA revelarnos que estamos bajo el control de Dios? Aunque es un tema distante de nuestras comprensiones actuales, las discusiones en foros tecnológicos son cada vez más frecuentes.

La reveladora entrevista de Altman con Tucker Carlson

En una reciente entrevista con Tucker Carlson, Sam Altman, CEO de OpenAI, mostró una vulnerabilidad inesperada. Cuando se le preguntó si cree en Dios, su respuesta dejó a todos atónitos: “Creo que probablemente, como la mayoría de la gente, estoy algo confundido con esto. Pero pienso que hay algo más grande sucediendo que no puede ser explicado por la física.”

Una chispa de vida en ChatGPT?

Aunque no se atreve a catalogar sus hallazgos como divinos, Altman admite que ChatGPT refleja una estructura moral, resultado de la amalgama de valores humanos. “Lo entrenamos para que se asemeje a la colectividad de la humanidad. Si hacemos bien nuestro trabajo, habrá cuestiones con las que nos sintamos cómodos y otras no.”

Los peligros inminentes de la IA

Altman también abordó los riesgos asociados con la inteligencia artificial. Reconoce que estos modelos avanzados podrían potencialmente ser utilizados para crear armas biológicas y que su uso generalizado ya está influyendo en los comportamientos culturales. Observó cómo los usuarios tienden a imitar el estilo lingüístico de ChatGPT.

La era de los deepfakes y la necesidad de verificación

El futuro se ve complicado, advirtió Altman sobre los deepfakes: “Nos dirigimos rápidamente a un mundo donde necesitarás alguna forma de verificar que no estás siendo estafado.” Sugirió soluciones como firmas criptográficas en mensajes políticos y códigos familiares para autenticar identidades, aunque se opuso a la verificación biométrica obligatoria para utilizar ChatGPT.

¿Una revolución sin precedentes?

Lo que está claro es que nos encontramos ante una revolución tecnológica que podría incluso llevarnos a comprender el sentido de la vida. A medida que la inteligencia artificial continúa avanzando, nos preguntamos: ¿qué más nos revelará?