Ciencia

¡Revelador! Dos maniquíes volaron alrededor de la Luna: lo que encontraron podría cambiar la historia de la exploración espacial

2024-09-19

(CNN) – Con la misión Artemis II a la vista, que enviará a cuatro astronautas a orbitar la Luna el próximo año, un nuevo estudio ha arrojado luz sobre cómo la nave espacial Orion protegerá a su tripulación de los peligros de la radiación espacial.

Los hallazgos se fundamentan en los datos recolectados durante Artemis I, un vuelo de 25 días alrededor de la Luna que concluyó a finales de 2022. Aunque la cápsula Orion no tuvo tripulación, llevó a bordo dos maniquíes llamados Helga y Zohar, diseñados para simular los tejidos humanos y medir cuánto se verían expuestos los astronautas a la radiación en su viaje lunar.

Los maniquíes estaban equipados con detectores de radiación, y los resultados de su viaje fueron publicados esta semana en la revista Nature. Los científicos confirmaron que las tecnologías de protección de la nave espacial fueron efectivas, reduciendo significativamente la radiación a la que estaban expuestos.

"La misión Artemis I representa un avance fundamental en nuestra comprensión sobre cómo la radiación espacial afecta a la seguridad de futuras misiones tripuladas a la Luna", afirmó Sergi Vaquer Araujo, líder del equipo de medicina espacial de la Agencia Espacial Europea, aunque no participó directamente en el estudio.

Cabe resaltar que la NASA ha estado investigando el impacto de la radiación en la salud humana desde los años 60, y los datos recogidos en la Estación Espacial Internacional proporcionan una base crucial para entender estos riesgos.

Pero aquí viene la gran pregunta: ¿están nuestros astronautas realmente a salvo en el futuro? A medida que se planifican misiones más profundas, como aquellas dirigidas a Marte, los astronautas estarán expuestos a niveles más altos de radiación, un factor crítico que debe ser abordado de inmediato.

Los sensores instalados en la cápsula Orion proporcionaron por primera vez datos continuos sobre radiación durante el vuelo, algo que no se había logrado en tareas anteriores como las misiones Apolo.

Una de las novedades más interesantes es el concepto de un "refugio contra tormentas" dentro de la cápsula, que ofreció cuatro veces más protección que otras áreas durante el viaje por los cinturones de Van Allen, lo que podría ser vital ante eventos de partículas solares energéticas.

Durante el vuelo, cuando la cápsula realizó un giro para activar uno de sus propulsores, los niveles de radiación dentro de Orion se redujeron en un 50%, gracias a que el blindaje de la nave se colocó estratégicamente para bloquear la radiación.

A medida que el Sol se va acercando a un ciclo de máxima actividad, las erupciones solares se vuelven más frecuentes y potentes, lo que significa que los astronautas en misiones futuras deberán estar mejor preparados que nunca. Esto incluye el diseño de espacios seguros en la nave que les permita protegerse adecuadamente durante estas tormentas.

Las lecciones aprendidas de Artemis I ayudarán enormemente en la planificación de Artemis II. Por ejemplo, en esta próxima misión se espera que la tripulación tenga más espacio para operar en su refugio antitormentas, a la vez que se mantiene protegida de la radiación.

Entretanto, la tripulación de Artemis II, que incluye a famosos astronautas como Reid Wiseman, Victor Glover, Christina Koch y el canadiense Jeremy Hansen, se ha estado preparando en Islandia. Aunque no alunizarán, viajarán a 7,402 kilómetros más allá del lado oculto de la Luna para capturar imágenes y contribuir al conocimiento científico sobre la superficie lunar.

Este desarrollo no solo promete aventura y descubrimiento, sino que también representa una oportunidad única para que los astronautas contribuyan al entendimiento científico del entorno lunar, algo que podría ser crucial para futuras colonizaciones. ¿Estaremos pronto en camino a vivir en la Luna? ¡Solo el tiempo lo dirá!