El 2025 comienza de manera prometedora para los chilenos que aspiran a hacerse de una vivienda, ya que las tasas de interés para créditos hipotecarios han alcanzado su mínimo nivel en 16 meses durante la primera semana del año, según informes del Banco Central.

Específicamente, las tasas se sitúan en un promedio del 4,29%, la cifra más baja desde la semana del 7 de septiembre de 2023. Sin embargo, estas aún están lejos de los mínimos históricos registrados a finales de 2019, cuando las tasas bajaron hasta un 1,99%.

Cristián Lecaros, CEO de Lecaros Group, comentó: “Las tasas de crédito hipotecario continúan mostrando ligeras disminuciones, lo cual es una excelente señal para el bolsillo de los chilenos. En diciembre, el IPC marcó un 0,2 por ciento, que contribuye a una leve baja de la UF.”

Por su parte, Jacqueline Oportu, Gerenta de Bancos de Activo Más Inversiones, subrayó que “el mercado inmobiliario chileno comienza 2025 con señales positivas para quienes desean cumplir su sueño de la casa propia o invertir en propiedades. Esta reducción de tasas que inició en el segundo semestre del 2024 incentiva significativamente la compra de inmuebles.”

No obstante, los expertos hacen hincapié en que es improbable que las tasas alcancen los niveles de 2019 nuevamente. Santiago Truffa, académico del Centro de Estudios Inmobiliarios ESE UANDES, expresó: “Es una buena noticia que las tasas caigan. Pero, ¿qué tan bajo pueden llegar? Los niveles por debajo del 2% no los veremos en mucho tiempo.”

Diciembre marcó un promedio de tasas del 4,4%, su nivel más bajo mensual desde agosto de 2023. Además, se espera que la baja del IPC de diciembre, que fue de un 0,2%, motive una caída en la UF a partir del 9 de febrero. Se espera que la UF descienda $76,88, lo que implica una caída de $2,48 por día, alcanzando un valor de $38.362,10 en esa fecha.

Cabe destacar que, a pesar de la caída en diciembre del IPC, que finalizó 2024 con una variación anual del 4,5%, muy por encima de la meta establecida por el Banco Central, se mantiene la esperanza de que las condiciones del mercado mejoren. Estos cambios son vitales para fomentar la inversión en el sector inmobiliario y permitir que más familias accedan a su hogar propio en un contexto económico que sigue siendo incierto.