En el año 2016, Gastón Fernández, conocido como “La Gata”, llegó a la Universidad de Chile precedido por éxitos en equipos como Racing Club, San Lorenzo, y Estudiantes de La Plata, convirtiéndose en la figura que el club necesitaba urgentemente. Su talento en el campo prometía, y con once goles en veinticuatro partidos, su desempeño parecía satisfactorio.

Sin embargo, su paso por la U quedó marcado por su polémica salida en pleno Clausura 2017 hacia Gremio. Este movimiento permitió la consolidación de Felipe Mora en la delantera, quien se convirtió en una estrella y ayudó a la U a lograr el ansiado título olímpico.

Fernández, ahora representante de jugadores, reveló que el comienzo de su ocaso en el club se dio antes de su salida. Después de un Superclásico, el entonces técnico, Víctor Hugo Castañeda, lo criticó abiertamente, desatando tensiones en el equipo. “Esperaba más de un jugador de ese calibre”, fueron las palabras del exentrenador que a La Gata no le cayeron bien.

“Ese Superclásico no fue el mejor, pero lo disfruté a mi manera, a pesar de las críticas del entrenador”, comentó Fernández en una reciente entrevista. Admitió que, aunque el equipo no tuvo un buen rendimiento, sintió que se le depositó toda la responsabilidad por la derrota, lo que consideró injusto.

La Gata también compartió que esos comentarios desencadenaron un torrente de críticas hacia él. Recordó que defendió a sus compañeros en las discusiones con Castañeda, lo que lo llevó a perder el enfoque. Esta etapa de conflictos internos y presiones contribuyó a su decisión de marcharse del club en busca de nuevos horizontes.

Las palabras de Fernández abren un debate sobre las tensiones en el vestuario y la presión que enfrentan los jugadores profesionales. Su historia es un recordatorio de que, detrás de los éxitos y las estadísticas, hay un mundo de emociones y relaciones humanas que pueden afectar el rendimiento y el futuro de un futbolista. ¿Qué opinas sobre la presión que sufren los jugadores? ¡Déjanos tu comentario!