¿Quiénes son Douglas Castro y Francisco Cresp, los innovadores chilenos que revolucionan el sonido musical con IA?
2024-11-06
Autor: Emilia
La música nunca ha tenido un solo sonido. Al hablar de guitarras o bajos eléctricos, los tonos son tan variados como las personas que los tocan. Con un mundo en constante evolución, el avance tecnológico ha llevado la personalización del sonido a niveles inimaginables.
Hoy, dos chilenos que residen en Finlandia están a la vanguardia de esta transformación. Douglas Castro y Francisco Cresp son los cofundadores de Neural DSP, una empresa que ha revolucionado la manera en que se experimenta el sonido de instrumentos musicales.
En una reciente conversación, ambos compartieron su viaje en el que, gracias a la inteligencia artificial, están moldeando el horizonte de la música actual. Son responsables de darle vida al sonido de artistas y bandas que, en su juventud, solían adornar las paredes de sus habitaciones. Entre ellos, figuras icónicas como el guitarrista de Britney Spears, así como grupos de renombre como Coldplay, Megadeth, Dream Theater y Slipknot.
Sin embargo, a pesar de toda la tecnología disponible, Castro y Cresp hacen énfasis en que aún existe una gran brecha para alcanzar un sonido profesional digno de cualquier plataforma musical. “Hay una barrera en la producción que debemos derribar, y el costo de los equipos necesarios sigue siendo un gran obstáculo”, señala Cresp.
Un hito en su desarrollo fue digitalizar sonidos provenientes de gabinetes y amplificadores, que usualmente utilizan los grandes artistas, y concentrar esa tecnología en una pedalera. Esto ha permitido transmitir una calidad y fidelidad sin precedentes, afirman. Pero, ¿cómo surgió esta idea revolucionaria?
Antes de Neural DSP, Douglas Castro ya había creado otra compañía de pedales llamada Darkglass Electronics. Su camino comenzó al construir efectos de guitarra de manera artesanal, los cuales vendía en foros en línea. Gracias a esos ingresos, pudo mudarse a Helsinki, donde ha residido durante más de diez años.
Francisco Cresp se unió al sueño en Finlandia, después de haber coincidido previamente en la V Región de Chile. Su visión conjunta se materializó cuando Cresp propuso crear plugins, versiones digitales de efectos y amplificadores, mientras que Castro soñaba con desarrollar una pedalera que facilitara el uso de esos sonidos.
Tras años de investigación y pruebas, lanzaron el Quad Cortex, seguido del Nano Cortex, productos que no solo cambiaron el concepto de personalización del sonido, sino que también conquistaron al mercado. La preventa del Quad Cortex fue un fenómeno; en menos de un día se vendieron las 1,000 unidades iniciales, generando casi 2 millones de dólares.
En tan solo cuatro años, el Quad Cortex se ha posicionado como el número uno tanto en Estados Unidos como en Europa, y en 2023 fueron reconocidos como los emprendedores del año en Finlandia, siendo los primeros extranjeros en recibir tal distinción. Pero, ¿por qué Finlandia? Esta nación, conocida por su alta tasa de bandas de rock y metal, se convirtió en el lugar ideal para potenciar su innovadora idea, teniendo en cuenta su enfoque en la educación en electrónica e IA.
La curiosidad que impulsó a Castro a crear sonidos realistas en software proviene de su propia experiencia, ya que nunca tuvo acceso a amplificadores de tubo de calidad en Punta Arenas. “Siempre quise tener buenos sonidos para guitarra en software, pero no existían opciones que sonaran como esperaba”, recuerda.
La elección de incorporar inteligencia artificial en su proceso se fundamenta en la complejidad que conlleva digitalizar un amplificador de manera tradicional, algo que requeriría un profundo conocimiento en electrónica y matemáticas. Con su tecnología actual, son capaces de automatizar el proceso y digitalizar hasta diez amplificadores al mismo tiempo con una consistencia y calidad mejorada.
La visión de Castro y Cresp no se limita a la guitarra; proyectan llevar esta tecnología al ámbito de la producción musical, facilitando la mezcla de discos y la masterización de canciones mediante aprendizaje de máquinas.
“Es un desafío constante para los músicos, que deben decidir entre años de aprendizaje en producción o invertir en un productor profesional”, concluyen estos innovadores chilenos desde Helsinki, donde han trazado un nuevo futuro para el sonido musical.