¿Quién cuidará de las afganas? La preocupante prohibición talibán sobre estudios médicos
2025-01-02
Autor: Pedro
La reciente prohibición de estudiar obstetricia y enfermería impuesta por los talibanes ha cerrado de manera drástica las puertas a la formación médica de las afganas, quienes ahora se enfrentan a la alarmante posibilidad de no recibir atención médica adecuada, debido a las normas culturales que limitan su acceso a médicos masculinos.
Este veto, anunciado a principios de diciembre de 2022 por el Gobierno talibán, se suma a una serie de restricciones que han sido implementadas desde la llegada al poder de los fundamentalistas en agosto de 2021. Entre ellas, la prohibición de la educación superior para mujeres, obligando a muchas a optar por estudios médicos cortos como obstetricia y enfermería, con la esperanza de construir un futuro profesional.
Uzma Zarifi, de 24 años, es un ejemplo de este cambio forzado en la educación. Originalmente estudiante de Administración de Empresas, se vio obligada a abandonar esa carrera tras el cierre de puertas impuesto por los talibanes, optando por estudios médicos cortos en su búsqueda de un futuro más prometedor. "Esto es un golpe emocional muy grave para nosotras. Soñábamos con continuar nuestra educación en estos campos para forjar un futuro mejor. Pero ahora, esa esperanza también se ha desvanecido", declaró Zarifi.
Madina Azimi, otra joven afectada de 23 años que había comenzado a estudiar para convertirse en partera, expresó su frustración al dibujar una metáfora sobre la situación: "Cuando la mitad del cuerpo humano está paralizada, ¿pueden los otros órganos funcionar adecuadamente o progresar?". Este comentario subraya la crítica situación que enfrentan las mujeres en Afganistán, donde constituyen casi la mitad de la población pero son excluidas de la esfera pública.
Además de la pérdida de oportunidades educativas, esta prohibición representa un grave riesgo para la salud de miles de mujeres y niñas afganas. Afganistán tiene una de las tasas de mortalidad materna más altas del mundo, según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA). Con la imposibilidad de recibir atención de profesionales del sexo femenino, muchas mujeres se verán obligadas a prescindir de la atención médica, lo que podría resultar fatal.
Tayaba, una estudiante de enfermería de 26 años, relató: "En nuestra sociedad tradicional, cada día vemos cómo las mujeres pierden la vida debido a la falta de atención médica femenina, ya que los médicos varones no pueden ayudar". Este clamor resuena con las advertencias de la UNFPA, que ha destacado la urgente necesidad de 18,000 matronas en el país.
La incertidumbre también se extiende a las jóvenes como Roya Siddiqi, de 24 años, quien se pregunta qué pasará con las próximas generaciones y expresa el vacío que siente por las prohibiciones que limitan su futuro: "Siento que estoy muriendo porque no tengo un propósito para vivir".
El impacto de estas restricciones no solo se siente a nivel individual, sino que repercute en la salud pública y en el desarrollo del país. Organizaciones internacionales como la ONU y Human Rights Watch han condenado el veto, advirtiendo sobre las "consecuencias devastadoras para la salud" de las mujeres afganas y han instado a los talibanes a respetar sus obligaciones en materia de derechos humanos, una situación que permanece en el foco de la denuncia internacional.