Un gesto tan habitual que muchas personas adoptan sin pensar podría desvelar más de lo que imaginamos sobre nuestro mundo interno y nuestras emociones.

Expertos en lenguaje corporal afirman que caminar con las manos detrás de la espalda es un signo claro de introspección y concentración.

"Es una postura que, de manera inconsciente, favorece el pensamiento profundo y la conexión con uno mismo", explican especialistas.

Pero no se trata solo de un hábito, esta postura puede reflejar calma y serenidad, actuando como una herramienta para organizar ideas y procesar emociones sin distracciones exteriores.

Los profesionales destacan que el cuerpo revela lo que experimentamos internamente y la forma en que caminamos es un claro ejemplo de ello.

Significados comunes de este gesto