Cientos de miles de manifestantes invadieron las calles de numerosas ciudades en Estados Unidos, marcando el mayor día de protestas contra el presidente Donald Trump desde su regreso a la Casa Blanca.

El movimiento denominado "Hands Off!" reunió a más de 150 organizaciones, incluyendo grupos de derechos civiles, sindicatos, activistas LGBTQ+, veteranos y defensores del voto, en más de 1,200 puntos de protesta a lo largo de los 50 estados del país.

Los manifestantes rechazaron diversas políticas impulsadas por Trump y su aliado Elon Musk, que incluyen recortes gubernamentales, despidos masivos de empleados federales, cierres de oficinas del Seguro Social, deportaciones y ataques a los derechos de las personas transgénero, así como la reducción de fondos para programas de salud esenciales.

En ciudades clave como Washington D.C., Boston, Nueva York, Seattle y Palm Beach, la multitud exigió la protección de la democracia, de los inmigrantes y de la seguridad social. Con pancartas que proclamaban lemas como "Hands off our Social Security" (Quita tus manos de nuestro Seguro Social) y "Fight the oligarchy" (Combate la oligarquía), líderes comunitarios y ciudadanos se unieron para resaltar los efectos devastadores que las políticas del actual gobierno están causando en la población.

Kelley Robinson, presidenta de Human Rights Campaign, expresó su indignación desde el National Mall: "Están criminalizando a nuestros doctores, maestros, familias y nuestras vidas. No queremos esta América. Queremos una en la que la dignidad, la seguridad y la libertad no sean privilegios de unos pocos, sino derechos de todos".

Mientras tanto, en Boston, la alcaldesa Michelle Wu se unió a la causa: "Me niego a aceptar que mis hijos crezcan en un país donde los inmigrantes, como sus abuelos, sean tratados como criminales".

¿Qué es lo que piden?

Según reporta CNN, el movimiento "Hands Off!" plantea tres demandas fundamentales: poner fin a la toma de poder multimillonaria y la corrupción desenfrenada del gobierno de Trump; abolir los recortes federales para Medicaid, Seguridad Social y otros programas sociales; y un alto a los ataques dirigidos a inmigrantes, personas trans y otras comunidades vulnerables.

Elon Musk, actual líder del nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental, ha defendido estas acciones diciendo que ayudan a ahorrar miles de millones de dólares a los contribuyentes. Sin embargo, los manifestantes como Archer Moran, de Florida, resaltan que la lista de cosas que deben ser protegidas es extensa: "¡Ya basta!".

Desde la Casa Blanca, se emitió un comunicado asegurando que el presidente Trump se compromete a proteger el Seguro Social y Medicare para los beneficiarios elegibles, acusando a los demócratas de querer extender esos beneficios a inmigrantes indocumentados, lo que pondría en riesgo dichos programas.

El prolongado papel de Elon Musk en este debate se ha tornado polémico, especialmente después de que compartió un gráfico durante un evento en Wisconsin, afirmando que millones de no ciudadanos han recibido números de Seguro Social bajo la administración de Biden. En este mismo evento, Musk hizo olas al presentar cheques de un millón de dólares a dos votantes que respaldaban su petición contra lo que él llama "jueces activistas".

¿Puede un movimiento así cambiar el rumbo de la política estadounidense? Solo el tiempo lo dirá, pero el eco de sus demandas está resonando más fuerte que nunca.