Salud

¿Prohibiciones o Bienestar? La Diputada que Cuestiona la Ley de Salud

2025-09-02

Autor: Emilia

¿Realmente prohibir es el camino hacia la salud?

La diputada local Andrea Negrón Sánchez, del Movimiento Ciudadano, ha lanzado una provocadora advertencia: las prohibiciones absolutas no garantizan el bienestar. Su comentario surge en el contexto de la reciente armonización de la Ley de Salud del estado, que busca prohibir la venta de comida chatarra en escuelas y dependencias.

En un enfoque humanista, Negrón cuestiona la eficacia de estas medidas. Citando a la Organización Mundial de la Salud (OMS), enfatiza que ‘la salud es un estado completo de bienestar físico, mental y social’. Según ella, simplemente prohibir no contribuye a este bienestar integral, sino que limita la libertad individual y convierte al Estado en un ente demasiado paternalista.

El verdadero reto: Informar y empoderar

En su análisis, la legisladora sostiene que el derecho a la salud debe garantizar información y herramientas para que las personas tomen sus propias decisiones, y no limitarse a imponer estilos de vida. Señaló que el programa federal ‘Vida Saludable’, implementado entre marzo y abril de 2025, no ha logrado una reducción significativa en el consumo de alimentos ultraprocesados.

Los estudiantes siguen teniendo acceso a estos productos, ya sea a través de vendedores ambulantes o llevándolos desde sus hogares. Como ella lo expresa: ‘Prohibir su venta no garantiza una disminución real si no se acompaña de cambios en el entorno y en el comportamiento de la población’.

Detalles de la nueva Ley de Salud

La iniciativa, que ha sido aprobada, no solo prohibe la venta de alimentos y bebidas con alto contenido de azúcares y calorías, sino que también otorga a la Secretaría de Salud la autoridad para establecer regulaciones sobre estos productos y la actividad de los establecimientos.

Además, se contemplan programas internos de actividad física, salvo en casos médicos justificados. La meta es prevenir y atender el sobrepeso y la obesidad, al mismo tiempo que se promueve una nutrición adecuada. Sin embargo, ¿será este enfoque suficiente para lograr un cambio real en la salud pública?