Nicolás Maduro ha dado un paso audaz, activando desde el martes los denominados ‘órganos de dirección integral’ (Odis) en un intento por consolidar su poder antes de asumir su tercer mandato consecutivo el 10 de enero. Estos Odis combinarán las fuerzas políticas, militares y policiales con el inusitado objetivo de "defender la paz" en un país que ha vivido intensos conflictos y crisis en los últimos años.

En un evento simbólico en el Palacio de Miraflores, Maduro, vestido con un uniforme de camuflaje, anunció que ha emitido un decreto para la creación de estos grupos de defensa, algo que, según él, se realiza “por primera vez” en la historia de Venezuela. Fue durante la ceremonia de juramentación de milicias bolivarianas, donde describió las Odis como el órgano supremo de la autoridad nacional, estatal y comunal, que integrará el poder político, la Fuerza Armada y la Milicia Nacional Bolivariana.

Maduro enfatizó que estos Odis ya están listos para operar desde la noche misma de su anuncio, y que su intención es garantizar “la victoria ejemplar de la paz” en todos los rincones del país, desde los grandes estados hasta las pequeñas parroquias.

Además, el presidente aseguró que estará presente en la investidura, compitiendo con el líder opositor Edmundo González Urrutia, quien también ha confirmando su asistencia, lo que sumará tensión a una ceremonia ya de por sí cargada de significados políticos.

Los Odis estarán activos en los 355 municipios del país, lo que plantea interrogantes sobre la dirección que tomará la nación en los próximos años. Este marco de militarización ha levantado muchas cejas tanto a nivel nacional como internacional. ¿Es esta una medida preventiva contra un levantamiento popular o una consolidación de poder ante las crecientes presiones internas y externas?

Desde el Cuartel de la Montaña 4F, donde yacen los restos del fallecido Hugo Chávez, cientos de milicianos y empleados públicos marcharon armados hacia Miraflores, simbolizando el fervor y el respaldo de la milicia hacia Maduro y su gobierno.

Orlando Romero, comandante general de la Milicia, reiteró su apoyo incondicional a Maduro y su juramentación para el periodo 2025-2031, señalando que la ‘perfecta integración y fusión popular-militar-policial’ ha puesto a la nación caribeña en una posición de fuerza ante cualquier “amenaza”.

Mientras tanto, la comunidad internacional observa con preocupación cómo Venezuela continúa militarizando su estructura pública. Con las crecientes tensiones socioeconómicas y la migración masiva de venezolanos hacia otros países, el futuro de la nación parece incierto. ¿Será este un nuevo capítulo en la historia de un país en crisis, o una oportunidad para la estabilidad que tanto anhelan sus ciudadanos?