Durante el brote de viruela del mono (mpox) que se extendió entre 2022 y 2023, se identificó que algunos casos presentaban cursos clínicos graves y prolongados, lo que ha llevado a la comunidad médica a buscar respuestas cruciales. Identificar los predictores de una evolución severa de la enfermedad se considera esencial para optimizar su manejo clínico y las estrategias terapéuticas que se implementen.

Un estudio de cohorte multicéntrico dirigido por la investigadora Valentina Mazzotta y su equipo de diversas instituciones en Italia se centró en analizar los factores que podrían predecir la gravedad y duración de la mpox, así como su posible relación con la carga viral.

Un total de 541 adultos, con edades comprendidas entre 33 y 44 años y con un diagnóstico confirmado de mpox, participaron en la investigación. Se realizó un seguimiento exhaustivo desde el momento de la detección de la enfermedad hasta la recuperación clínica de los pacientes. Durante este proceso, se recolectaron muestras de sangre, orina, saliva y hisopos orofaríngeos y rectales. La gravedad de la enfermedad se evaluó tomando en cuenta la presencia de lesiones mucosas, erupciones cutáneas extensas o la necesidad de hospitalización, examinado también su relación con la carga viral en los fluidos biológicos.

Entre los participantes, se observó que el 43,44% eran VIH positivo y que el 4,07% presentaba un recuento de linfocitos CD4 inferior a 350 células/μL. Aproximadamente un 39,74% de los pacientes experimentaron una forma grave de mpox, aunque afortunadamente no se registraron fallecimientos. La enfermedad severa se convertía en un fenómeno más común entre las personas caucásicas y aquellos que presentaban síntomas como fiebre, linfadenopatía, dolor de garganta y lesiones perianales (IC 95%). Curiosamente, estos pacientes mostraron una carga viral más baja en el tracto respiratorio superior (31,0) en comparación con aquellos que sufrían infecciones leves (35,15). Además, se observó que por cada aumento en la carga viral, el riesgo de desarrollar una mpox grave disminuía en un 5%.

Otros datos importantes revelaron que la duración de la enfermedad era mayor en pacientes con proctitis (+4,78 días), dolor de garganta (+3,12 días), erupciones prolongadas (+3,42 días) y en aquellos con VIH y bajo recuento de CD4 (+12,51 días).

Este estudio resalta la importancia crítica de identificar los predictores de gravedad y duración de la enfermedad para mejorar el manejo de la mpox, en especial en poblaciones vulnerables. Además, los perfiles de carga viral en el tracto respiratorio superior podrían servir como valiosos indicadores de una evolución desfavorable, incluso en ausencia de lesiones cutáneas, lo que permitiría una intervención temprana y un tratamiento más efectivo.

El enfoque en estos hallazgos puede ser imperativo en la lucha contra futuros brotes, ya que la viruela del mono podría volverse un problema de salud pública recurrente, y la preparación adecuada es clave para mitigar su impacto. No subestimes la importancia de esta investigación: ¡Tu salud podría depender de ello en el futuro!