¿Por qué Ucrania está a la vanguardia de la guerra económica contra Rusia?
2024-12-20
Autor: Pedro
Han pasado casi tres años desde que Rusia lanzó su invasión militar a gran escala en Ucrania, un conflicto que se inició el 24 de febrero de 2022, y que ha transformado radicalmente la economía ucraniana. Durante este tiempo, Ucrania ha demostrado una capacidad sorprendente para reinventar su estructura económica y adaptarse a las difíciles circunstancias de la guerra.
Recientes datos de The Economist indican que aunque la economía de Ucrania sigue siendo un 25% más pequeña que en 2021, han surgido indicadores que apuntan a una recuperación notable en comparación con la economía rusa. El Banco Central de Ucrania ha pronosticado un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 4% en 2024 y un 4,3% para 2025. Comparativamente, las tasas de interés en Ucrania se estabilizan en un 13,5%, mientras que en Rusia se espera que alcancen el 23% para intentar frenar la devaluación del rublo.
Sin embargo, a pesar de estos signos de fortaleza, hay múltiples factores que podrían complicar la trayectoria económica de Ucrania, tales como el posible repunte de las hostilidades, la disminución de recursos internos y la incertidumbre política en EE. UU. tras el regreso de Donald Trump a la presidencia.
La economía ucraniana ha atravesado tres fases desde el inicio de la guerra. Después de la invasión, en un primer momento el gobierno tuvo que imponer la ley marcial, lo que llevó a millones de ciudadanos a huir y a una severa contracción económica. El Banco Central respondió a esta crisis con estrictos controles de capital, que permitieron limitar el impacto de la inflación, aunque inicialmente el PIB se contrajo en un 30%.
En una segunda fase, que comenzó a mediados de 2022, Ucrania pudo estabilizar su economía tras resistir los avances rusos en el sur. Un acuerdo que facilitó las exportaciones de cereales y un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) ayudaron a restaurar la confianza en el país. Durante este período, las reservas de divisas de Ucrania empezaron a recuperarse y se suavizaron los controles de capital, permitiendo así que muchas empresas sobrevivieran y continuaran operando.
No obstante, ahora Ucrania enfrenta frenéticos desafíos en su sector energético, mano de obra y financiamiento. La infraestructura eléctrica del país ha sido objeto de constantes ataques rusos, reduciendo la capacidad de generación a menos de la mitad de lo que era antes de la guerra. En respuesta, el país ha ampliado su capacidad de importación de electricidad de la UE en un 25% y ha fomentado el uso de fuentes de energía alternativas, como generadores diésel y energía solar.
A la par de la crisis energética, Ucrania también enfrenta una alarmante escasez de mano de obra, con la fuerza laboral reducida en más de un 20%, un desafío que podría obstaculizar su recuperación económica y limitar su crecimiento. A pesar de una creciente demanda de empleo, la falta de trabajadores calificados se ha convertido en un problema apremiante. Los salarios están aumentando, pero muchos puestos vacantes atraen apenas una solicitud cada uno, lo que refleja el impacto del conflicto en el laboral.
Por otro lado, el déficit presupuestario de Ucrania se proyecta que alcanzará cerca del 20% del PIB para 2025, imponiendo una presión crítica en la economía. Si bien gran parte de este déficit será cubierto por ayuda externa, incluida la asistencia militar y financiera de aliados occidentales, el regreso potencial de Trump a la Casa Blanca podría complicar el acceso a estos fondos cruciales. Sin embargo, aún con estas adversidades, algunos analistas económicos creen que Rusia no ha logrado despojar a Ucrania de los recursos ni de la determinación necesarios para continuar con su lucha.
Finalmente, es evidente que la batalla económica entre Ucrania y Rusia sigue siendo feroz y compleja, con un futuro incierto, pero Ucrania ha mostrado tanto resiliencia como agilidad en su capacidad de adaptación durante tres años de guerra. ¿Logrará Ucrania salir victoriosa no solo en el campo de batalla, sino también en el ámbito económico? El tiempo lo dirá.