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¿Por qué la guerra electrónica genera alarma en las aerolíneas?

2024-09-26

La suplantación de GPS se ha convertido en una amenaza significativa que afecta a cientos de vuelos diarios, lo que plantea riesgos no solo para las aerolíneas, sino también para la seguridad de los pasajeros.

Este fenómeno consiste en la manipulación de las señales de los sistemas de navegación, lo que puede llevar a que los pilotos enfrenten severas dificultades durante el despegue, vuelo, o aterrizaje de las aeronaves. Si las señales de tiempo y ubicación son alteradas, se pueden emitir falsas alarmas de proximidad, y las pantallas de navegación podrían mostrar información incorrecta. Esto puede desviar la atención de los pilotos y complicar el desarrollo del vuelo, aumentando el riesgo de un accidente.

Un caso particularmente alarmante ocurrió en marzo de 2024, cuando el capitán de American Airlines, Dan Carey, volaba un Boeing 777 sobre Pakistán. Durante la travesía, se activó una falsa alarma, lo que generó preocupación entre la tripulación. Aunque el vuelo se completó sin incidentes, Carey advirtió que, en circunstancias adversas como una falla en el motor, esto podría haber resultado en una situación extremadamente peligrosa.

Este tipo de suplantación de GPS no solo afecta vuelos militares, que a menudo son objetivos de ataques de drones y misiles, sino que también ha llegado a impactar el tráfico aéreo comercial internacional. Expertos de la industria han señalado que los incidentes de suplantación se han reportado más allá de regiones de conflicto, como Ucrania y Medio Oriente. En agosto de 2024, el número de vuelos afectados aumentó drásticamente, superando las 1,100 incidencias diarias.

La situación ha generado preocupación tanto en las aerolíneas como en las autoridades estadounidenses. A pesar de las interrupciones, hasta la fecha no se han reportado problemas serios en la seguridad aérea, gracias a la capacitación de los pilotos y al uso de sistemas de navegación alternativos.

No obstante, estas situaciones aumentan la complejidad de la labor de los pilotos, quienes deben prestar más atención a su entorno y a las alarmas que podrían ser engañosas. El científico jefe de la Administración Federal de Aviación de EE. UU. (FAA), Ken Alexander, expresó en una conferencia que la pérdida de un avión debido a una carga de trabajo excesiva desencadenada por estos problemas sería un evento devastador.

En respuesta a esta creciente amenaza, las aerolíneas, fabricantes y reguladores están colaborando para desarrollar soluciones que podrían implementarse a partir de 2025. Los pilotos están recibiendo instrucciones sobre cómo identificar y manejar situaciones de suplantación de GPS.

El profesor de ingeniería aeroespacial en Texas, Todd Humphreys, ha señalado que muchos de estos ataques provienen de transmisores en regiones como Rusia, Ucrania e Israel. Las alteraciones están obligando a los pilotos a realizar un esfuerzo adicional en sus tareas, lo que aumenta el riesgo de errores críticos.

La organización OpsGroup ha comunicado varios incidentes significativos. Por ejemplo, en septiembre de 2023, un avión privado casi fue desviado hacia Irán debido a la suplantación de GPS, y otro Boeing 787 tuvo que abortar aterrizajes críticos al apenas 15 metros de la pista.

Florian Guillermet, director ejecutivo de la Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea, admitió que, aunque no se han registrado incidentes graves, el riesgo sigue aumentando. Aerolíneas como United Airlines y American Airlines están evaluando procedimientos mejorados para que los pilotos puedan reaccionar ante la posibilidad de datos falsos de GPS.

El capitán Christopher Behnam, tras su experiencia en vuelos hacia Medio Oriente, recordó que los pilotos están preparados para enfrentar estas situaciones, pero subrayó que la dependencia del GPS se vuelve especialmente preocupante en condiciones de baja visibilidad.

Mientras la FAA asegura no tener registros de suplantación de GPS en EE. UU., la comunidad de aviación sigue alerta, ya que los informes de posibles incidentes continúan en aumento. La industria enfrenta un desafío urgente para garantizar la seguridad de los vuelos comerciales en un entorno cada vez más complicado.