El cuerpo humano se asegura de que los primeros momentos después del parto sean cruciales para la salud y desarrollo del recién nacido. Durante las primeras 48 a 72 horas tras dar a luz, las glándulas mamarias de todos los mamíferos producen un líquido denso y amarillento conocido como calostro, que es considerado ‘la primera leche’ o ‘oro líquido’. Este milagro biológico está repleto de nutrientes e inmunoglobulinas esenciales para fortalecer la inmunidad.

El Dr. Luis Gutiérrez Serantes, experto en medicina familiar, explica que la composición del calostro es diferente a la leche materna madura y está perfectamente adaptada a las necesidades del bebé recién nacido. Esta primera leche posee una cantidad reducida pero adecuada de nutrientes, ideal para que los riñones del recién nacido puedan procesarlo correctamente.

"La riqueza nutricional del calostro es asombrosa. No solo es fácilmente digerible, sino que también contiene factores de crecimiento fundamentales para el desarrollo de los órganos del bebé", señala el Dr. Gutiérrez.

El calostro destaca por su alto contenido en carbohidratos, aminoácidos, vitaminas, minerales y, especialmente, inmunoglobulinas, que tienen la capacidad de identificar y neutralizar sustancias extrañas en el cuerpo. Las inmunoglobulinas tipo IgA e IgG son vitales para el funcionamiento adecuado del sistema inmunológico, asegurando que el bebé esté protegido desde el primer día.

Pero los beneficios del calostro no se limitan a la nutrición y la inmunidad; también contiene enzimas digestivas que facilitan el proceso digestivo en el bebé, contribuyendo a la formación de su microbiota intestinal. Esto es esencial, ya que las inmunoglobulinas presentes en el calostro ayudan a prevenir la adhesión de patógenos dañinos, promoviendo así un entorno intestinal saludable.

Además, el calostro estimula la maduración del sistema digestivo del bebé y favorece la colonización del intestino por lactobacilos, unas bacterias benéficas que optimizan la salud digestiva. Sorprendentemente, el calostro también tiene efectos positivos en el rendimiento deportivo; sus ricos factores de crecimiento y proteínas no solo ayudan al desarrollo muscular, sino que también son populares entre los deportistas como un complemento nutricional.

Hoy en día, podemos encontrar calostro en forma de suplementos alimenticios, como el calostro bovino, que ofrece beneficios similares al calostro humano y se utiliza habitualmente por deportistas o personas que desean mejorar su sistema inmunológico.

Los beneficios del calostro van más allá de la infancia. Este 'oro líquido' también fortalece el sistema inmunológico en adultos, ayudando a combatir bacterias, virus y hongos debido a su contenido en enzimas digestivas. Estas enzimas no solo facilitan la descomposición de proteínas, grasas y fibra, sino que también son clave para la reparación y el mantenimiento del revestimiento intestinal.

Finalmente, no podemos olvidar que los factores de crecimiento del calostro también son aliados de la salud de la piel, al estimular la producción de colágeno. Muchas personas recurren a productos que contienen calostro, como cremas o suplementos, para ayudar a la recuperación de la piel después de lesiones, acné u otras afecciones cutáneas.