Ciencia

Olga González-Sanabria: La Latina que Revolucionó la Energía Espacial y Alcanzó la Cima en la NASA

2024-09-15

Olga González-Sanabria, una destacada ingeniera puertorriqueña, es reconocida por haber creado las innovadoras superbaterías que permiten a la Estación Espacial Internacional (EEI) funcionar eficientemente. Esto la ha convertido en la latina de mayor rango en la NASA, un logro monumental que inspira a muchas generaciones.

Olga nació en Puerto Rico y desde joven mostró un gran interés por la ciencia. Fue en la escuela secundaria donde tuvo su primer contacto con la ingeniería durante charlas universitarias. Este momento la llevó a matricularse en la Universidad de Puerto Rico, siendo una de las pocas mujeres en su clase de ingeniería, un sector tradicionalmente masculino.

A pesar de las dificultades, como enfrentar la falta de experiencia en dibujo, su determinación la llevó a graduarse y a unirse a la NASA en el Centro de Investigación Glenn en Cleveland, donde contribuyó a la rama de electroquímica. Su llegada a la NASA coincidió con un momento crítico: las baterías utilizadas en las sondas espaciales tenían una vida útil promedio de solo tres años, lo que era inadecuado para misiones prolongadas en el espacio.

Olga y su equipo se enfrentaron al desafío de aumentar la vida útil de las baterías a 15 años, sin posibilidad de reemplazo. Con ingeniosas modificaciones en el diseño, lograron duplicar esa proyección, extendiendo la vida útil de las baterías a 30 años. Esto resultó crucial para el funcionamiento de la EEI, que opera con al menos 48 baterías, así como para misiones icónicas como el telescopio Hubble y Mars Odyssey.

Durante su carrera, Olga ocupó distintos puestos en la NASA, convirtiéndose en la primera mujer latina en escalar a posiciones de liderazgo. A pesar de los obstáculos de ser una mujer en un campo dominado por hombres, utilizó su voz de manera efectiva, encontrando formas creativas para comunicar sus ideas y asegurarse de ser escuchada.

Además de su trabajo técnico, Olga ha sido una defensora de la inclusión en el ámbito laboral de la NASA. Ayudó a establecer una guardería para los trabajadores y se convirtió en mentora de jóvenes que aspiraban a seguir carreras en ciencia y tecnología.

Tras 32 años de servicio, Olga se jubiló en 2011 y regresó a Puerto Rico, donde ahora dirige su propia empresa y cultiva su pasión por la agricultura y el arte. Resalta que el éxito no es producto de la suerte, sino de la preparación y el esfuerzo. Actualmente, continúa inspirando a las nuevas generaciones, enfatizando la importancia de hacer las preguntas correctas en la búsqueda del conocimiento.

La historia de Olga González-Sanabria es un claro ejemplo de perseverancia y dedicación, una verdadera inspiración para aquellos que sueñan con alcanzar las estrellas.