La Fiscalía del Estado de Israel ha hecho eco de un escándalo de espionaje al acusar a dos residentes de Jerusalén de haber suministrado información al grupo libanés Hezbolá, según ha informado The Times of Israel. Este grave suceso ha generado inquietud en un contexto de creciente tensión en la región.

Los acusados, Abd al Salam Qawasameh y Taar Asili, ambos de alrededor de 30 años, supuestamente intercambiaban mensajes a través de WhatsApp con una mujer llamada Diana, quien tendría vínculos con el grupo proiraní. Sin embargo, las acusaciones no se limitan a contactos triviales; se alega que Qawasameh envió imágenes de la ciudad de Cesarea, donde se ubica la residencia privada del Primer Ministro Benjamín Netanyahu, lo que pone en duda la seguridad nacional.

Además, se alega que Qawasameh poseía una fotografía con un arma de un miliciano palestino en Yenín, un bastión de grupos armados en el norte de Cisjordania. Por su parte, Asili habría compartido artículos de prensa relacionados con la situación de seguridad dentro del país, lo que también plantea interrogantes sobre su lealtad.

De acuerdo con faltas más serias, la Fiscalía sostiene que ambos fueron instruidos para hacer contacto con un alto cargo de Hezbolá, conocido como “Al Daj”. Para ello, Asili incluso adquirió una tarjeta SIM, aunque decidió no enviar fotografías de Metula, una ciudad israelí que ha sido objeto de intensos intercambios de fuego entre fuerzas israelíes y Hezbolá.

El Tribunal del Distrito de Jerusalén ha sido solicitado para mantener a los acusados bajo custodia durante todo el proceso legal, lo que podría impactar de manera significativa en las dinámicas de seguridad de la región.

Cabe recordar que este episodio se produce justo un día después de que Israel lanzara su ofensiva en la Franja de Gaza, que ha dejado un saldo devastador de más de 45,000 palestinos muertos. En respuesta, Hezbolá ha comenzado a lanzar cohetes diariamente hacia Israel, intensificando tensiones que han llevado a un intercambio de fuego constante.

Además de Hezbolá, Israel enfrenta amenazas de milicias proiraníes que el gobierno israelí califica de “satélites” de la República Islámica. En los últimos meses, las autoridades han llevado a cabo numerosas detenciones de ciudadanos, en su mayoría árabes, acusados de espiar para Irán, lo que resalta la creciente preocupación sobre la seguridad interna.

Por si fuera poco, en noviembre, la Policía arrestó a otro residente de Jerusalén, Erdler Israel Amoyal, de 23 años, por mantener contacto con oficiales de inteligencia iraníes y llevar a cabo misiones de seguridad bajo su dirección. ¿Hasta dónde llegará este conflicto? La incertidumbre acecha en cada esquina de la ciudad.