La Asociación Americana de Endocrinología Clínica (AACE) ha lanzado una nueva guía vital diseñada para optimizar los resultados de salud en pacientes con dislipidemia. Esta actualización se centra en la utilización de medicamentos innovadores; sin embargo, se advierte que las nuevas terapias pueden ofrecer beneficios limitados en la reducción de eventos cardiovasculares peligrosos.

La dislipidemia, que incluye trastornos que alteran los niveles de lípidos en la sangre, como el colesterol (HDL, LDL, colesterol total) y los triglicéridos, es una condición que incrementa notablemente el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Por ello, la importancia de un manejo adecuado es crítica.

Recomendaciones Clave sobre Nuevos Fármacos

Entre las recomendaciones más importantes de la guía se destacan el uso de alirocumab, evolocumab y ácido bempedoico, específicamente para aquellas personas con enfermedad cardiovascular aterosclerótica (ECA) o en riesgo elevado de desarrollarla. Sin embargo, se recomienda evitar su uso en pacientes que no presenten ECA. Para aquellos con hipertrigliceridemia y ECA, el ácido eicosapentaenoico es considerado útil, aunque se desaconseja la combinación con ácido docosahexaenoico.

Innovaciones con la Metodología GRADE

Una de las novedades más significativas de esta guía es la implementación del marco GRADE (Grading of Recommendations Assessment, Development, and Evaluation), que permite una evaluación más precisa de la evidencia en función del resultado. Este enfoque ha llevado a adoptar objetivos de tratamiento más conservadores respecto a los niveles de colesterol LDL, estableciendo un nuevo estándar de LDL < 70 mg/dl, en contraste con los objetivos más estrictos de guías previas.

Además, el grupo de expertos ha revisado la incorporación de factores de riesgo no convencionales, como el calcio arterial coronario y la lipoproteína(a), en la evaluación del riesgo de enfermedad cardiovascular aterosclerótica. Aunque estos factores pueden mejorar ligeramente la precisión en la evaluación del riesgo, el uso generalizado sigue siendo limitado, aunque pueden ser valiosos en individuos con riesgo intermedio.

Un Enfoque Centrado en el Paciente

La nueva guía también enfatiza la relevancia de personalizar el tratamiento, teniendo en cuenta las preferencias y necesidades de cada paciente. Esto incluye factores como los costos de los tratamientos, la aceptabilidad y la equidad en la atención médica. La AACE enfatiza que los médicos deben trabajar codo a codo con los pacientes para tomar decisiones que propicien mejores resultados a largo plazo.

Para facilitar la implementación de estas nuevas recomendaciones, el equipo de trabajo ha desarrollado un diagrama de flujo que simplifica las guías de tratamiento y un cuadro sinóptico que resume los medicamentos y consideraciones clínicas relevantes.

Adicionalmente, se ha diseñado un resumen accesible para pacientes, lo que promete mejorar la comunicación y la toma de decisiones compartidas entre los profesionales de la salud y sus pacientes. Sin duda, esta guía marca un paso adelante hacia un manejo más efectivo y personalizado de la dislipidemia, ofreciendo a los médicos herramientas claves para hacer frente a esta creciente preocupación de salud.