El ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, ha lanzado un llamado contundente a los gobiernos municipales rurales sobre la necesidad de abordar el creciente problema del crimen organizado en el campo. Esta declaración se produce tras el trágico homicidio de una pareja en Graneros, en la región de O'Higgins, un incidente que ha despertado la preocupación en todo el país.

Valenzuela mencionó que, aunque hay regiones como Maule y O'Higgins que muestran tasas de robo significativamente mayores, también existen muchas otras zonas rurales que gozan de tranquilidad. Sin embargo, es fundamental no bajar la guardia.

En una entrevista reciente, el ministro subrayó la importancia de implementar un sistema de monitoreo por cámaras en caminos secundarios, lo que considera una tarea pendiente de los gobiernos regionales a través de la Subsecretaría de Prevención del Delito. "Es crucial, ya que estos caminos conectan a las comunidades rurales y son puntos vulnerables a la delincuencia", destacó.

Además, Valenzuela hizo un fuerte llamado a las autoridades municipales: "Dejémonos de llorar, los municipios tienen acceso a mayores recursos, especialmente después de que se implementara el royalty minero. Ha llegado el momento de utilizar esos fondos para fortalecer la seguridad en nuestras zonas rurales".

Con este panorama, el ministro enfatizó que todos, desde agricultores hasta entidades gubernamentales, deben ponerse serios y trabajar en conjunto para implementar medidas efectivas de televigilancia. Este es solo el comienzo de un enfoque más agresivo para combatir la delincuencia que se ha infiltrado en el ámbito rural. La seguridad en el campo no es solo responsabilidad del gobierno central, sino de todos los actores involucrados en la comunidad debido a la importancia de preservar la paz y la seguridad en estas vitales zonas productivas del país.