La historia de Nicolás Solabarrieta es un viaje de sueños truncos y valentía ante la adversidad. A pesar de contar con un inmenso talento en las divisiones inferiores de Universidad Católica, donde se coronó campeón en 2011 y 2012, su carrera no despegó como él esperaba.

Con solo 20 años, Nicolás tomó la decisión de probar suerte en Estados Unidos, jugando en la cuarta división con equipos como Long Island Rough Riders, Tucson y Reading United AC. Aunque la experiencia fue enriquecedora, su retorno a Sudamérica no trajo la fortuna esperada.

Regresó a su país y se unió a Tacuarembó en la tercera división de Uruguay, y posteriormente, a Palestino, Recoleta y Lautaro de Buin en Chile. Sin embargo, el destino le tenía preparado un golpe devastador.

En septiembre de 2023, Nicolás decidió colgar las botas tras ser diagnosticado con cáncer. En una emotiva entrevista en el programa 'Amiga, Date Cuenta', compartió: "Me diagnosticaron cáncer, y ahí mi carrera comenzó a irse cuesta abajo. Sentí que todas las señales indicaban que esto no era para mí, a pesar de haber jugado 15 años y haber luchado con todas mis fuerzas". Malas noticias que sin duda han marcado un hito en su vida.

El exdelantero también reflexionó sobre las dificultades detrás del fútbol profesional en Chile, destacando: "La gente no tiene idea del esfuerzo que implica llegar a jugar en la primera o segunda división, el sacrificio de toda la familia es fundamental".

A pesar de este duro diagnóstico, Nicolás se muestra optimista: "Gracias a Dios no tuve que hacer quimioterapia, se detectó a tiempo, pero debo hacerme chequeos cada seis meses para estar seguro de que no vuelva a aparecer". Su historia es un recordatorio poderoso de la resiliencia y la lucha que muchos enfrentan, no solo en el deporte, sino en la vida. La pasión por el fútbol puede verse interrumpida por imprevistos, pero la fuerza del espíritu humano puede superar cualquier adversidad.