El Museo de la Medicina de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) es un tesoro cultural que abarca la evolución del conocimiento médico desde tiempos prehispánicos hasta la actualidad, incluyendo fascinantes ramas como la herbolaria, la microbiología y los estudios sobre hongos alucinógenos.

Situado en la histórica Hacienda de Aguilera, que también alberga la Facultad de Medicina y Cirugía, el museo presenta una serie de exposiciones impactantes. Entre ellas, destaca una recreación de una sala de parto de 1930, equipada con instrumentos quirúrgicos de la época, así como una sala dedicada a los órganos humanos y animales mediante plastinación, un resultado impresionante de tres décadas de investigación.

Uno de los elementos más intrigantes es un cráneo deformado intencionalmente, hallado en una cueva subterránea de la región mixe, resguardado por el famoso pintor Francisco Toledo. Este artista no solo donó el cráneo, sino también varias láminas del cuerpo humano, transformadas por Hazam Jara, que complementan la rica colección del museo.

La biblioteca del museo, con más de 2,000 volúmenes, incluye el Códice Badiano, considerado el texto médico más antiguo de América. Este espacio también alberga las Salas Magna Benito Juárez y de Lectura, donde cada mes se rinde homenaje a médicos mexicanos célebres.

El museo no solo es un centro de conocimiento, sino que representa un símbolo de la historia de Oaxaca. Su edificio neoclásico, erigido hace 113 años, fue un regalo de amor del gobernador Miguel Bolaños Cacho a su prometida, quien deseaba una residencia que imitara los templos griegos y romanos.

Desde su construcción, el inmueble ha visto un sinfín de cambios. En la década de 1960, fue donado a la UABJO para albergar la Escuela de Medicina. Sin embargo, a pesar de su propósito, sufrió daños por sismos y tuvo que ser restaurado antes de convertirse en el Centro Cultural El Frontispicio en 2019, gracias a los esfuerzos de destacados médicos de la comunidad universitaria.

El actual coordinador del recinto, Samuel León Tapia, ha subrayado la importancia de la atención que recibió la planta baja, convirtiéndola en un museo interactivo. La reproducción de la primera botica de Oaxaca y su decoración evoca la época en que la medicina era muy diferente.

Una vitrina especial destaca la medicina tradicional y la figura de María Sabina, famosa por sus conocimientos sobre los hongos alucinógenos en Huautla de Jiménez. Estos hongos no solo han sido utilizados en ceremonias indígenas, sino que también están siendo estudiados por sus potenciales beneficios en la salud mental, lo que abre un interesante debate sobre su uso moderno.

Además, el museo ofrece gráficos sobre la trepanación craneana, una antigua práctica quirúrgica, y la deformación craneana que realizaban algunas culturas de Mesoamérica para rendir homenaje al maíz. De este modo, los visitantes pueden no solo aprender sobre historia médica, sino también sobre tradiciones culturales que han perdurado a lo largo del tiempo.

Entre otros atractivos, se encuentra una réplica del vestuario que usaron los médicos durante la peste negra en el siglo XVII, destacando las famosas máscaras de pico que se pensaban purificadoras del aire. Este aspecto de la medicina histórica resalta la lucha humana contra diversas pandemias, un tema que cobra especial relevancia en la actualidad.

¡No te pierdas esta oportunidad única de explorar la evolución de la medicina y la cultura en el Museo de la Medicina de Oaxaca! Un espacio donde la historia y el conocimiento se entrelazan, ofreciendo una experiencia inolvidable para todos aquellos interesados en la ciencia y sus raíces!