La muerte de Susan McGowan, una mujer de 58 años, ha causado una gran alarma en el Reino Unido tras convertirse en el primer caso fatal vinculado al uso de tirzepatida, conocido comercialmente como Mounjaro, que es un equivalente de Ozempic. Esta información fue confirmada por varios medios británicos.

Según un informe sobre su fallecimiento, disponible a través de la BBC, se determinó que McGowan perdió la vida debido a un fallo multiorgánico, shock séptico y pancreatitis. El uso de tirzepatida se ha identificado como un factor que contribuyó a su trágica muerte.

Se supo que McGowan adquirió el fármaco a través de una farmacia en línea registrada. Luego de recibir su segunda inyección, comenzó a experimentar dolores abdominales intensos junto con un malestar generalizado. Desesperada por su condición, buscó atención médica en el hospital donde trabajaba, ubicado en North Lanarkshire, Escocia, pero lamentablemente sus colegas no pudieron salvarla.

Este suceso ha puesto en el centro de atención la seguridad de los fármacos para adelgazar, creándose un debate alrededor de los riesgos y beneficios asociados. Especialistas han sido cautelosos al señalar que no se debe establecer una relación causal directa entre la muerte de McGowan y el uso del medicamento. Tirzepatida ha pasado por rigurosos ensayos clínicos antes de obtener la aprobación regulatoria que le permite ser utilizado como tratamiento para la obesidad.

Adicionalmente, el gobierno británico anunció un plan de 279 millones de libras esterlinas (aproximadamente 365 millones de dólares) en octubre, destinado a implementar estos tratamientos de la farmacéutica Eli Lilly. Este esfuerzo busca aliviar la presión sobre el sistema público de salud, el cual enfrenta serios problemas de saturación, mientras ayuda a las personas a volver al mercado laboral.

Sin embargo, este caso no solo plantea dudas sobre la efectividad de tales tratamientos, sino también sobre la vigilancia y regulación de medicamentos que están siendo utilizados por un número creciente de personas en su lucha contra la obesidad. Con más personas haciendo uso de tirzepatida y otros medicamentos similares, la comunidad médica y los pacientes deben estar informados sobre los posibles riesgos y efectos adversos que pecan en la búsqueda de un cuerpo más delgado.