¡Momentos de pánico absoluto en el rugby europeo!

El pasado domingo se vivieron momentos de auténtico terror en el Stade de Toulouse, justo antes de que comenzara el emocionante partido de octavos de final de la Copa de Campeones Europeos de Rugby entre el Stade Toulousain y el Sale Sharks.

Un paracaidista, responsable de entregar el balón para iniciar el partido, sufrió un fallo espectacular en su descenso. En lugar de aterrizar en el centro del estadio, su paracaídas quedó enganchado en el techo del recinto, dejando a todos los presentes atónitos.

Según reportes de 20 Minutos, el paracaidista es un militar del ejército francés que había sido asignado para esta arriesgada misión. Sin embargo, su aterrizaje fue un desastre total. En las imágenes compartidas en redes sociales, se puede observar cómo la tela del paracaídas se rasga rápidamente, mientras que las cuerdas soportan el peso del desafortunado militar por varios minutos.

La preocupación en la multitud aumentó a medida que el tiempo pasaba y el hombre permanecía suspendido en el aire en una situación que podría haber terminado en tragedia. Las autoridades decidieron desalojar la tribuna que se encontraba justo debajo del paracaidista, implementando medidas de seguridad adicionales para proteger a los espectadores en caso de una caída.

Finalmente, los bomberos intervinieron y, afortunadamente, lograron extender una larga escalera para desenganchar al militar. “Milagrosamente, las cuerdas resistieron el peso, lo que dio tiempo a los rescatistas para actuar y evitar lo peor”, declaró un testigo del evento.

A pesar del susto, el partido se llevó a cabo y los jugadores, conscientes del incidente, se mostraron solidarios con el paracaidista en sus discursos posteriores al partido. Este insólito evento ha dejado a muchos preguntándose: ¿deberían reconsiderarse los espectáculos aéreos en eventos deportivos? Sin duda, este incidente podría abrir un debate sobre la seguridad en el rugby y otros deportes similares.