Salud

¡Menos coche y más pedales! Cómo el transporte que eliges impacta tu salud

2024-09-24

El despertador suena, y como si se tratara de un mecanismo automatizado, comenzamos un nuevo día en medio de la rutina. Desayuno, ducha, vestimenta... Todo parece igual, pero la verdadera diferencia radica en la forma en que llegamos al trabajo. Un estudio reciente de la Universidad de Glasgow analizó durante 18 años los hábitos de 82,297 usuarios escoceses en la forma en que se trasladan a sus empleos. Ciclistas, peatones, conductores y usuarios del transporte público fueron clasificados, y los resultados son sorprendentes.

Los peatones y, sobre todo, los ciclistas, presentan un menor riesgo de mortalidad y hospitalización. Las enfermedades cardiovasculares y el cáncer parecen ser menos comunes entre quienes optan por desplazarse a pie o en bicicleta, así como también muestran menos necesidad de medicación para problemas de salud mental. Los que se mueven en coche o en transporte público tienen peores resultados según las mismas métricas. Bruce Whyte, director del Programa de Salud Pública de la Universidad de Glasgow, asegura que este estudio ha proporcionado datos valiosos que a menudo no se recopilaban con muestras tan extensas.

El ejercicio regular es fundamental para mantenernos saludables, y el Eurobarómetro de 2022 reporta que el 45% de los europeos no practican deporte. La razón más común (41%) es la llamada falta de tiempo. Sin embargo, si usar la bicicleta o caminar se integra en la rutina diaria, la adherencia a la actividad física crece. Al ir al trabajo de forma activa, se aprovecha el desplazamiento para hacer ejercicio sin dedicar tiempo extra.

El estudio también revela que en Escocia, el uso de transporte a pie ha disminuido significativamente en los últimos 50 años, a la vez que los viajes en coche han crecido exponencialmente. En España, el número de coches por habitante ha aumentado un 10% en la última década. Más del 61.3% de los españoles opta por conducir en horas pico, y apenas el 12.5% utiliza transporte público. Sorprendentemente, menos del 10% se desplazan en bicicleta, lo que demuestra el claro predominio del automóvil en la vida diaria.

La elección del coche para el trayecto al trabajo también está ligada a factores socioeconómicos; cuanto mayor es el ingreso de una persona, más probable es que use su automóvil. En contraste, en ciudades como Ámsterdam, el uso de la bicicleta está muy arraigado, demostrando que las decisiones de transporte dependen del modelo urbano. Según el urbanista Jeff Speck, las ciudades europeas tienen una estructura más favorable para la movilidad activa.

Viajar en coche no solo influye en la salud física, sino que también puede aumentar la agresividad. La relación entre tráfico y estrés se ha estudiado en profundidad; un análisis del 2018 encontró que los atascos en Los Ángeles aumentaban la violencia doméstica en un 9%. Además, el transporte activo (caminar o andar en bicicleta) no solo mejora el estado físico, sino que se ha demostrado que reduce los niveles de estrés y mejora el ánimo, mientras que el uso del coche puede llevar al aislamiento y la ansiedad.

La cultura popular también está cambiando. Figuras como Taylor Swift han comenzado a resaltar las ventajas de vivir en ciudades diseñadas para peatones, en contraposición a aquellas centradas en el automóvil, como Los Ángeles. En este sentido, el transporte no es solo una cuestión de salud, sino que se convierte en un reflejo de nuestra forma de vida y de nuestras prioridades como sociedad. Cada vez más, la elección entre el coche y un medio de transporte activo se traduce en una elección por una vida más saludable y conectada con la comunidad.