¡Llega la Navidad… a Marte! Aunque el paisaje marciano se caracteriza por su distintivo tono rojo, las últimas imágenes han mostrado un sorprendente manto de hielo que cubre el polo sur del Planeta Rojo, creando lo que se asemeja a un país de las maravillas invernal.

La sonda Mars Express de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha capturado vistas impresionantes de este fenómeno. Sin embargo, no se trata de una nevada común. En el polo sur de Marte, las capas de hielo están compuestas principalmente de dióxido de carbono y polvo, lo que da lugar a una escena fascinante en la región austral conocida como Australe Scopuli.

Pero, ¿cuáles son las extremas temperaturas en Marte? Durante el invierno, pueden caer hasta -190 grados Fahrenheit (-123 grados Celsius). A pesar de este frío helado, las nevadas son mínimas; Marte tiene su propia versión de la nieve, que consiste en hielo de agua y dióxido de carbono, conocido como «hielo seco». A diferencia de la nieve en la Tierra, el hielo de agua en Marte se convierte en gas antes de llegar a la superficie debido a su atmósfera delgada, dejando solamente el hielo seco para depositarse.

Curiosamente, estas hermosas imágenes que parecen de un cuento de hadas invernal fueron tomadas en junio, cuando en realidad era casi verano en el hemisferio sur de Marte. La ESA indica que los cálidos rayos del Sol están causando el derretimiento de las capas de hielo estacionales, un efecto que se observa claramente en el lado izquierdo de la imagen, donde comienzan a asomar parches oscuros.

Observando más de cerca las capas de hielo estacional de Australe Scopuli, las imágenes revelan un remolino de hielo y polvo que se entrelazan sobre la superficie del planeta. Gracias a la Cámara Estéreo de Alta Resolución de Mars Express, se ha podido elaborar un modelo digital del terreno que ofrece un vistazo detallado del patrón en forma de abanico dejado por estallidos de polvo, marcando las fronteras de depósitos de hielo.

La Mars Express, lanzada en 2003, ha estado enviando imágenes impresionantes del paisaje marciano durante más de dos décadas. No solo ha ofrecido una visión sin precedentes del planeta, sino que también ha realizado un mapa detallado de la composición química de su atmósfera, explorando las lunas de Marte, Fobos y Deimos, y estudiando la historia del agua en el planeta. Además, la misión incluyó un módulo de aterrizaje llamado Beagle 2, que, lamentablemente, se perdió en su llegada y nunca logró llevar a cabo operaciones científicas.

A medida que los científicos continúan estudiando estos fascinantes fenómenos invernales en Marte, la pregunta permanece: ¿Podría algún día el hombre explorar este misterioso país de las maravillas invernal?