
Marta Barranco: "Las relaciones sanas son un verdadero reto porque implican pensar en el otro"
2025-09-02
Autor: Benjamín
¿Por qué son tan complicadas las relaciones personales?
Marta Barranco, psicóloga especialista en relaciones interpersonales, se sumerge en la complejidad de los vínculos humanos y revela por qué es tan complicado mantener relaciones sanas en el día a día. Según Barranco, "las relaciones sanas son tan difíciles porque, de pronto, hay que empezar a pensar en alguien más que en uno mismo". Esta interesante afirmación alude a la lucha constante entre satisfacer nuestras propias necesidades y considerar las del otro.
El fundamento de una conexión saludable
Para Barranco, una relación equilibrada es esencial. Asegura que cuando estamos en pareja, debemos adaptar nuestros comportamientos y decisiones pensando también en el bienestar de la otra persona. "No puedes hacer lo que te plazca solamente porque te gusta o porque es lo que necesitas; debes considerar cómo se siente el otro y lo que es mejor para la relación", explica. Este cambio de mentalidad implica un esfuerzo consciente que no todos están dispuestos a asumir.
Encontrar el equilibrio en la relación
La psicóloga señala que sostener una relación saludable es como caminar en una cuerda floja, siempre buscando un balance entre lo que deseamos y lo que necesita nuestra pareja. "Tienes que hacer una balanza entre tus propias necesidades y lo que le hace sentir bien a la otra persona", dice. Esta 'negociación' constante es fundamental para que una relación perdure y se mantenga fuerte.
Desafíos del egocentrismo
Otro aspecto que complica las relaciones es la tendencia a vivir centrados en uno mismo. "Después de mucho tiempo enfocados solo en nuestros deseos y necesidades, resulta difícil involucrar a alguien más en nuestras decisiones", reconoce Barranco. Este cambio de paradigma requiere un proceso de aprendizaje y adaptación hacia el bienestar compartido.
La dificultad es parte del camino al amor
Sin embargo, Barranco enfatiza que la dificultad no es sinónimo de imposibilidad. Entender las necesidades de la pareja y saber equilibrarlas con las propias puede conducir a vínculos más profundos y satisfactorios. La verdadera clave, concluye, radica en tener la conciencia y la voluntad de transformar nuestra visión sobre la relación, haciendo un esfuerzo para que funcione.