Ciencia

'Luz de luna': ¿Dónde está la química en la pantalla?

2025-01-28

Autor: Joaquín

Confieso que me deleito en la nostalgia, como un cerdo en un charco. ¿Recuerdas cuando pensábamos que nada podría realmente cambiar? No había forma de imaginar un futuro diferente al que vivíamos. Ahora, en esta realidad psicodélica y surrealista, luchamos por comprender lo que es real.

He visto 'Luz de luna' varias veces; la última vez fue un verdadero viaje a la nostalgia, un regreso a mi adolescencia. Me quedé atrapado entre la expresión desafiante de David y la mirada azul e irónica de Maddie. Qué difícil es encontrar una química tan genuina en la pantalla hoy en día.

Aunque la serie contiene momentos un poco absurdos y un misterio por resolver en cada episodio, la última temporada no logra mantener el nivel emprendido por sus antecesoras. Sin embargo, su mayor fortaleza reside en la tensión sexual entre los protagonistas, una chispa que electriza la pantalla y que nunca llega a consumirse por completo. Los diálogos, rápidos y agudos, exploran temas profundos sobre el amor y el miedo al compromiso, capturando la complejidad que nos puede hacer sufrir y, a la vez, darle sentido a nuestras vidas.

No se puede pasar por alto la contagiosa música de Al Jarreau, que me transporta a días más simples, cuando el futuro aún parecía prometer infinitas posibilidades.

Comparo la química de Shepherd y Willis con leyendas como Hepburn y Grant, Loren y Mastroianni, o Bogart y Bacall, y me doy cuenta de que el encanto de esos duos es raro de encontrar hoy. Aunque hoy en día tenemos a actores indudablemente atractivos, como Brad Pitt y Leonardo DiCaprio, siento un impulso protector hacia ellos, incluso hacia Ryan Gosling. Parece que ese sex appeal genuino ha disminuido, al igual que la profundidad emocional en los personajes.

La infantilización de nuestra cultura no ha ayudado al sex appeal. ¿Dónde se ha ido esa sensualidad que logra soportar el sufrimiento? Esa madurez que hace del corazón un refugio seguro. Hoy, admitir el sufrimiento es casi un tabú y envejecer se considera algo vergonzoso que hay que evitar a toda costa con dietas y cirugías.

Me pregunto, ¿era más fácil amar antes? ¿Era el amor más significativo cuando la guerra y la opresión forzaban la conexión entre las personas? Hoy en día, el amor parece más efectivo, pero carece de solidez emocional. La nostalgia por esa química perdida es, quizás, un recuerdo más de un tiempo en el que el verdadero arte de amar iba de la mano con la complejidad de la vida.