
Luto en la medicina por Enrique Portilla, un pilar de Traumatología en Mieres con un legado de servicio
2025-03-24
Autor: Camila
El médico mierense Enrique Portilla Fernández-Villaverde ha fallecido a los 94 años en Oviedo, dejando un profundo legado en el ámbito de la medicina y la comunidad de Mieres. Como jefe del servicio de Traumatología del Hospital Álvarez-Buylla, Portilla dedicó su vida a la salud de los demás, combinando su pasión por la medicina con una notable vocación de servicio hacia su gente.
Portilla no solo tuvo una destacada carrera en el ámbito médico, sino que también se destacó en la política local como concejal de la primera corporación democrática en el Ayuntamiento de Mieres en 1979, representando a Coalición Democrática, precursor de Alianza Popular.
Su implicación con la comunidad fue incuestionable. Durante dieciséis años, se desempeñó como vocal de Médicos Jubilados en el Colegio de Médicos de Asturias, donde contribuyó al desarrollo y bienestar del sector. Enrique Portilla es recordado no solo por su habilidad quirúrgica, sino también por su fuerte compromiso con el bienestar de su municipio y la cuenca del Caudal.
Deja detrás a su esposa, Carmen Hierro Echevarría, así como a dos hijos, Eduardo y Pelayo, cinco nietos y un bisnieto. El funeral tendrá lugar hoy a las 12:00 en la iglesia parroquial del Corazón de María en Oviedo, seguido del entierro en el cementerio de Mieres.
Nacido en Mieres y residente en Oviedo desde los años noventa, Enrique, hijo de Luis Portilla Fernández-Miranda, también médico, aportó su energía y tiempo al desarrollo de proyectos de mejora en la localidad, incluso colaborando con figuras clave en la Transición, como su primo Torcuato Fernández-Miranda. Su contribución a eventos deportivos, como la instalación del alumbrado en campos de fútbol, fue reconocida con la insignia de oro y brillantes del Caudal Deportivo.
Luis María García, presidente del club mierense y exalcalde de Mieres, comentó que Portilla "significa mucho para Mieres" por su trabajo y dedicación hacia la comunidad. Alejandro Braña, expresidente del Colegio de Médicos de Asturias, recordó a Enrique como un "gran amigo" con un fuerte sentido ético, que siempre estaba dispuesto a ayudar.
Luis Antuña, actual presidente del Colegio de Médicos de Asturias, enfatizó su dedicación y su rol fundamental en la comunidad médica. Portilla organizaba cada año una celebración de hermandad en la ermita de Cenera para médicos y farmacéuticos de la comarca en la festividad de San Cosme y San Damián, un evento que continuó celebrando incluso tras su jubilación.
Su calidez humana y su pasión por la medicina lo hicieron querido por todos. Enrique Portilla también tiene una historia personal conmovedora; salvó la vida de José Manuel Campa, exsecretario de Estado de Economía, después de atenderlo tras un grave accidente de tráfico ocurrido en su infancia. El reencuentro entre ambos en 2010 fue un emotivo testimonio de la huella que dejó en sus pacientes y en la comunidad.
Enrique Portilla es recordado no solo como un brillante traumatólogo, sino como un auténtico líder comunitario y un amigo fiel, un verdadero ejemplo de dedicación y amor por la medicina que deja una huella imborrable en todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlo.