El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha vuelto a arremeter contra el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, a quien calificó de "genocida" en un contexto de creciente violencia en la región. En una reciente rueda de prensa en Nueva York durante la Semana de Alto Nivel de las Naciones Unidas, Lula hizo un llamado a la comunidad internacional a intervenir y "detener" a Netanyahu para evitar más muertes.

Lula condenó firmemente las acciones de Israel en Gaza y el Líbano, señalando los casi 600 muertos en la reciente ofensiva, entre ellos 94 mujeres y 50 niños. Estos datos, según reportes, resaltan la grave crisis humanitaria que enfrenta la población de Gaza, que ha sido calificada por varios organismos como una de las peores en décadas.

"Todo eso se suma a lo que yo llamo genocidio en Gaza", afirmó Lula, mientras criticaba la inacción de la ONU para contener las agresiones israelíes. "Varias propuestas para un cese de fuego fueron aprobadas, pero Netanyahu no las cumple", agregó, subrayando la necesidad urgente de una reforma en los organismos internacionales, incluyendo un enfoque revisado del Consejo de Seguridad de la ONU.

El presidente brasileño también reiteró su rechazo al terrorismo del grupo Hamás, destacando que Brasil y el resto de la comunidad internacional están trabajando para asegurar la liberación de los rehenes israelíes. Sin embargo, enfatizó que la mayoría del pueblo israelí no apoya las acciones violentas del gobierno de Netanyahu y que "la humanidad no puede tolerar" lo que está ocurriendo en Oriente Medio.

Lula ha liderado un firme discurso crítico desde que se intensificó el conflicto tras los atentados de octubre de 2023, indicando que lo que comenzó como actos terroristas se ha transformado en un "castigo colectivo" hacia el pueblo palestino. Su posición ha llevado a que el gobierno israelí lo declare "persona non grata", lo cual desencadenó la decisión de Brasil de retirar a su embajador en Israel y reducir drásticamente las relaciones diplomáticas.

La creciente tensión en la región y las acciones de Lula han puesto a Brasil en el centro del debate internacional sobre el conflicto israelo-palestino, impulsando llamados a una mayor responsabilidad global por parte de naciones que históricamente han apoyado a Israel.