Luis Hermosilla Osorio (68) se encuentra en una situación desesperada después de más de tres meses tras las rejas. Su mundo se volvió aún más sombrío el lunes 9 de diciembre de 2024, cuando recibió una visita inesperada en el anexo Capitán Yáber. No era un familiar ni su abogado, sino un receptor judicial que le trajo malas noticias. Hermosilla, un abogado una vez reconocido y exitoso, se enfrenta a una demanda que amenaza con quitarle uno de sus más preciados bienes: un lujoso departamento en el barrio Lastarria de Santiago.

Una montaña de deudas

Desde octubre del año pasado, el Banco Scotiabank había presentado una demanda detallando la elevada deuda que Hermosilla mantiene con ellos. Los préstamos, que varían en montos de hasta más de $223 millones, tenían cuotas impagadas desde el año pasado. A pesar de que su situación judicial lo imposibilita para trabajar, las deudas continúan creciendo. Para completarlo, Hermosilla debe un total escalofriante de $200 millones, lo que ha llevado al banco a iniciar acciones legales para recuperar su dinero.

El abogado había solicitado uno de sus créditos más grandes, por un total de $223.983.622, a mediados de 2020, justo en el momento en que la pandemia comenzaba a afectar todos los rubros. ¿Casualidad o mala gestión financiera? Su historia está llena de giros dramáticos que lo han llevado a esta crisis.

El lujoso departamento en la mira

El departamento embargado está ubicado en el exclusivo condominio Edificios Paseo Barrio Lastarria, un área conocida por sus vibrantes restaurantes y cafés. Valorado en casi $60 millones, fue adquirido por Hermosilla en 2009 por aproximadamente $31 millones de la época. Esto lo convierte en un bien apetecible en un sector que, aunque ha sido afectado por la inestabilidad económica, sigue siendo un lugar "taquillero".

El tribunal civil no solo acogió la demanda del banco, sino que también le otorgó el embargo del inmueble. En febrero, un receptor judicial confirmó la medida. Ahora, hay informaciones de que el Conservador de Bienes Raíces de Santiago ha certificado que el departamento pasó a manos del banco, demostrando que la situación de Hermosilla es más crítica de lo que se imaginaba.

Sin embargo, esto no es todo. Otras tres inscripciones de embargo ya estaban registradas contra su propiedad por parte de la Tesorería General de la República, lo que hace que la situación sea aún más compleja y pone en jaque el futuro de Hermosilla.

En conclusión, el panorama judicial de Hermosilla se vislumbra oscuro. A medida que se intensifica la presión bancaria sobre él, muchos se preguntan: ¿Podrá el abogado y ex estrella del derecho recuperar lo que ha perdido, o se verá obligado a enfrentar la ruinosa consecuencia de sus decisiones financieras?