Los vecinos de Telde exigen restricciones a la pirotecnia por su perjudicial impacto social y ambiental
2025-01-02
Autor: Benjamín
El desmedido uso de pirotecnia durante las festividades navideñas ha provocado un gran descontento entre los residentes de Jinámar, un barrio de Telde, quienes se han visto afectados por ruidos ensordecedores desde el 20 de diciembre. Esta situación no solo se ha extendido a las celebraciones principales, sino que ha continuado incluso después del 1 de enero, prolongando el caos sonoro que preocupa a la comunidad.
La situación se volvió especialmente alarmante el pasado miércoles, cuando los fuegos artificiales comenzaron a estallar desde temprano por la mañana y continuaron hasta la noche, superando la medianoche según los relatos de los residentes que ya no pueden tolerar más esta circunstancia.
Un problema de contaminación y estrés
Las quejas van más allá de las molestias sonoras; los vecinos también señalan los peligrosos gases tóxicos que se liberan y los residuos sólidos dejados tras las celebraciones. Estos desechos no solo ensucian parques y áreas verdes, sino que representan una amenaza directa para el medio ambiente. "Es una agresión a nuestra calidad de vida. Esto genera un estrés constante y afecta tanto a personas como a animales, especialmente a aquellos que son más vulnerables", comentan afectados de la zona.
Una solicitud de regulación municipal
Por ello, los residentes han hecho un llamado a las autoridades locales solicitando una regulación que limite el uso de pirotecnia a fechas muy concretas como la Nochebuena, la Navidad y el Fin de Año; además, piden que se prohíban los artificios que generen ruidos excesivos. Esta medida no solo busca la preservación del bienestar comunitario, sino también el cuidado del entorno ambiental y el respeto hacia los animales que sufren con estos estruendos.
Un grito de auxilio a las autoridades de Telde
El mensaje se ha dirigido principalmente al área de Bienestar Animal de Telde y al alcalde, reclamando una intervención inmediata para poner fin a esta problemática. “No se comprende cómo es posible que estos ruidos puedan extenderse tanto en el tiempo, desde el 20 de diciembre hasta incluso más allá del 7 de enero. Esta situación es insostenible y perjudica gravemente la convivencia entre vecinos”, concluyen los afectados, demandando la intervención urgente de las autoridades para proteger su paz y bienestar.