Un sorprendente estudio de la Universidad de Harvard ha desvelado la compleja transición de los mamíferos desde la postura reptiliana hasta la postura erguida que conocemos hoy. Lo que este análisis revela es asombroso y tiene implicaciones significativas sobre cómo entendemos la evolución de los mamíferos.

La investigación, publicada en la revista Science Advances, abarca un impresionante periodo de 300 millones de años, utilizando modelos biomecánicos avanzados y un gran número de datos fósiles. Este análisis muestra que la postura erguida no emergió rápidamente, sino que fue el resultado de una serie de eventos en el transcurso de millones de años, influenciada dramáticamente por la extinción del Pérmico-Triásico, que eliminó hasta el 90% de las especies existentes de la época.

Esencialmente, el estudio revela que los primeros mamíferos presentaban una postura “despatarrada”, similar a la de los reptiles, con extremidades extendidas hacia los lados. Esta transformación, explica el investigador Peter Bishop, implicó “una reorganización significativa de la anatomía y función de las extremidades” y fue un paso crucial en la historia evolutiva de los sinápsidos, los antepasados de los mamíferos modernos.

El equipo de investigación también estudió cinco especies modernas para trazar un espectro de posturas, desde el lagarto tegu hasta el galgo, con el objetivo de entender cómo la anatomía de un animal se relaciona con sus movimientos. Esto permitió contextualizar la evolución de las posturas desde los primeros sinápsidos hasta los mamíferos actuales.

Para hacer el análisis aún más profundo, los investigadores incluyeron fósiles de ocho especies de diferentes continentes. Entre ellos, se hallaron ejemplos significativos como el Megazostrodon, un pequeño protomamífero, y el depredador Lycaenops. Utilizando modelos biomecánicos digitales, simularon cómo los músculos y huesos de estos animales interactuaban, permitiendo calcular la fuerza que sus extremidades aplicaban al suelo.

La cantidad de fuerza ejercida por las extremidades es un factor clave en el rendimiento locomotor de los animales. Resultó que los datos obtenidos revelaron que la generación de fuerza en las extremidades era óptima en las posturas que cada especie adoptaba durante sus comportamientos cotidianos, sugiriendo que los hallazgos reflejan cómo realmente se movían en vida.

El estudio también indica que algunos grupos, como los caimanes modernos, demostraron ser altamente flexibles, alternando entre posturas más extendidas y erguidas. Esto fortalece la hipótesis de que la postura erguida se desarrolló mucho más tarde de lo que se creía inicialmente, quizás cerca del ancestro común de los terios, el grupo que incluye a marsupiales y placentarios.

Este avance científico no solo amplía nuestro conocimiento sobre la evolución de las posturas en mamíferos, sino que también se espera que inspire nuevas investigaciones en el campo de la biomecánica y la paleontología. Con el uso de técnicas digitales innovadoras, los investigadores destacan la importancia de entender mejor cómo estos animales se adaptaron a su entorno y evolucionaron a lo largo de la historia.

En resumen, esta fascinante investigación de Harvard ilustra la increíble complejidad y el interconectado viaje evolutivo de los mamíferos, revelando secretos sobre nuestras propias raíces que podrían cambiar la forma en que entendemos la evolución animal. ¿Te imaginas qué otros secretos puede deparar el estudio de fósiles en el futuro?