
Los secretos de la longevidad: ¿Cómo vivió María Branyas Morera más de 117 años?
2025-03-14
Autor: Martina
María Branyas Morera, quien nació el 4 de marzo de 1907 en San Francisco, California, y falleció el 19 de agosto en España, es reconocida como la persona más longeva del mundo al cumplir 117 años. Su historia no solo se basa en la sorprendente longevidad, sino también en la conexión entre su genética excepcional y sus hábitos saludables, una combinación que ha asombrado a investigadores de diversos países.
En una conversación con los organizadores de Guinness World Records, María atribuyó su éxito en la vida a un estilo de vida equilibrado, centrado en el orden, la tranquilidad, las relaciones familiares y el contacto con la naturaleza. Dentro de sus buenos hábitos se incluía una dieta mediterránea rica, evitando el alcohol y el tabaco, así como disfrutando de caminatas regulares, todo ello contribuyó a su excepcional salud y bienestar hasta sus últimos años.
Un grupo de científicos de España, Estados Unidos y Reino Unido se interesó en estudiar su caso mientras aún estaba viva. Los resultados de su investigación han sido recientes, arrojando luz sobre cómo su genética brindó ventajas únicas que le permitieron tener células más jóvenes a nivel biológico. De acuerdo con los investigadores, su ADN presentaba características singulares, incluidas siete variantes genéticas inusuales que no se encontraban en otras poblaciones europeas. Estas pequeñas diferencias genéticas se asocian a funciones fundamentales como la protección del cerebro y un sistema inmunológico más robusto.
Otro de los hallazgos sorprendentes fue que, a pesar de que su cuerpo lucía como el de una mujer mayor, sus telómeros—las estructuras que protegen los extremos de los cromosomas—eran más cortos de lo esperado, lo que contradice la creencia de que los telómeros largos son esenciales para una vida longeva. Este hallazgo ha llevado a teorizar que la salud de María podría haber estado favorecida por la restricción de la proliferación de células cancerosas debido a la longitud de sus telómeros.
Además, su microbioma intestinal, rico en Bifidobacterium, contribuyó a un perfil antiinflamatorio que se asemeja más al de un bebé que al de una persona de su edad. Esto se considera vinculado a su dieta rica en yogur, que probablemente ayudó a mantener su salud metabólica.
Los investigadores han señalado que la combinación de su perfil genético, un microbioma extraordinario y un metabolismo lipídico altamente eficiente—caracterizado por niveles bajos de colesterol malo y altos niveles de colesterol bueno—habría sido clave para su longevidad. Estas observaciones están generando un clima de optimismo sobre la posibilidad de extender la vida humana y mejorar la calidad de vida en la vejez.
María fue testigo de eventos históricos cruciales, incluyendo la Guerra Civil Española y la pandemia de COVID-19, de la cual se recuperó sin complicaciones a los 113 años, convirtiéndose en la persona de mayor edad conocida en contraer el virus. Su vivacidad incluso en etapas avanzadas de su vida ha dejado una huella significativa en la investigación de la longevidad.
Los científicos han dejado claro que aunque estos descubrimientos son intrigantes, el estudio se limitó a su caso individual. A medida que el equipo planea investigar la longevidad en otras personas de edades avanzadas, el conocimiento que se obtenga podría iluminar métodos de intervención más eficaces para promover una vida más larga y saludable en la población general.
A nivel internacional, se empiezan a plantear preguntas fascinantes: ¿podríamos eventualmente superar los 100, 150 o incluso 200 años de vida? Aunque queda mucho por aprender, el caso de María Branyas Morera nos recuerda que cada año se hallan nuevos secretos sobre cómo vivir una vida plena y prolongada.