Después de años de investigaciones, los científicos han logrado reconstruir muchos aspectos de la vida de los dinosaurios: cómo sobrevivían, qué comían y sus diversas especies. Sin embargo, uno de los grandes misterios que ha intrigado a paleontólogos y curiosos por igual es cómo estos gigantes prehistóricos tenían relaciones sexuales. ¡La respuesta te sorprenderá!

La paleontóloga estadounidense Riley Black ha revelado que los dinosaurios probablemente tenían estructuras reproductivas similares a los penes y que su manera de aparearse era comparable a la de algunos mamíferos actuales. ¡Imagínate un dinosaurio macho montando a la hembra! Sin embargo, la pregunta que surge es: ¿cómo lo hacían sin causarse lesiones, especialmente aquellos como el Stegosaurus, que tenían colas grandes y puntiagudas?

Black sugirió que los dinosaurios debían ser creativos en su aproximación al apareamiento. A pesar de las creencias populares, las comparaciones con aves y cocodrilos indican que los dinosaurios probablemente poseían un falo o clítoris, aunque aún no se ha encontrado evidencia sólida de tales estructuras.

Uno de los puntos más intrigantes es que los órganos reproductivos no se fosilizan, lo que complica la comprensión de sus relaciones sexuales. Black señaló que nunca se han descubierto fósiles de dinosaurios “en el acto”. ¡Imagina lo que nos perdemos!

El ritual de cortejo era probablemente la primera etapa en el proceso de apareamiento, que podría involucrar rascar el suelo y realizar movimientos coordinados, similares a un “baile previo”. De hecho, hallazgos de 2016 revelaron “zonas de apareamiento” en lo que hoy es el oeste de Colorado, donde grandes dinosaurios carnívoros se reunían para mostrar sus habilidades de cortejo. ¡Esto se podría considerar como los primeros juegos previos de la historia!

Los paleontólogos describen estos rituales como “foreplay prehistóricos”, comparables a los que realizan algunas aves modernas. Se cree que ciertas especies de dinosaurios evolucionaron cuernos complejos y colores llamativos como mecanismo para atraer parejas.

Una vez que el cortejo finalizaba, el macho probablemente se montaba sobre la hembra desde atrás, un comportamiento similar al de los perros y otros mamíferos. Pero hay un dato curioso: debido al tamaño y peso de los machos, el coito debía ser rápido. Luis Villazón, zoólogo, indica que “el momento real de la cópula fue probablemente muy breve, para minimizar el estrés mecánico en ambos”. ¡Con razón era un espectáculo relámpago!

Además, los estegosaurios, que tenían espinas en la cola, representaban un desafío adicional durante el apareamiento, ya que era arriesgado para la pareja. Esto significa que los dinosaurios tenían que ser ingeniosos para encontrar posiciones seguras. Black afirmó que “los estegosaurios con más espinas tuvieron que ser los más creativos”.

Así que la próxima vez que pienses en dinosaurios, recuerda que también eran criaturas con una vida sexual sorprendentemente interesante. Black concluyó que, aunque aún hay muchos enigmas sobre la vida íntima de estos gigantes, el registro fósil guarda muchas sorpresas sobre cómo dejaron su huella en la Tierra. ¡Esto podría revelarnos más secretos de lo que imaginamos!