Los Desafíos de Mario Desbordes en la Municipalidad de Santiago: ¿Un Nuevo Comienzo o Crisis Inminente?
2025-01-03
Autor: Lucas
La llegada de Mario Desbordes (RN) a la Municipalidad de Santiago ha sido un fenómeno que ha capturado la atención de todos. En un período de menos de un mes en el cargo, ha comenzado a implementar cambios radicales en la administración municipal, alterando la estructura y el personal que operaba bajo la gestión de Irací Hassler (PC).
Desbordes ha expresado abiertamente su intención de corregir lo que considera una situación financiera insostenible: "La anterior administración nos dejó una Corporación de Desarrollo Social con problemas serios, como meses de cotizaciones impagas y una falta de fondos para sueldos en diciembre. Nos enfrentamos a un incremento de costos cuando nuestros ingresos están disminuyendo”, comentó durante una reciente entrevista en Radio Agricultura, resaltando la gravedad de la situación.
Sin embargo, estos cambios no están exentos de desafíos. A pesar de su firme determinación, Desbordes se enfrenta a obstáculos administrativos que complican la ejecución de sus planes. Una de las medidas que había anticipado anteriormente fue la eliminación de la oficina de igualdad, que condujo a la desvinculación de 39 empleados, pero el municipio ha informado que 20 de esos trabajadores han sido reincorporados tras negociaciones con los sindicatos.
Este enredo administrativo resalta la complejidad de gestionar una municipalidad con estructuras heredadas y una cultura laboral profundamente arraigada. Al parecer, la información sobre los funcionarios que debían ser desvinculados no se entregó completamente, lo que llevó a una confusión considerable y a la posterior reintegración de los trabajadores. Desde la Dirección de Gestión de Personas, se enfatiza que esta falta de información es responsabilidad de la alcaldía y destaca la necesidad urgente de una revisión exhaustiva de las políticas laborales para evitar más contratiempos.
En este contexto, es importante considerar que cualquier nueva administración habitualmente realiza ajustes en su personal para adaptarse a sus propias visiones y metas. No obstante, la velocidad y la manera en que se están realizando estos cambios han generado preocupación entre los empleados, muchos de los cuales han visto sus carreras amenazadas después de años de servicio.
A nivel interno, surgen rumores sobre una lista de despidos potenciales que ha circulado entre diversas direcciones municipales, lo que ha dejado a muchos en la cuerda floja. Estos rumores han llevado a la incertidumbre y al desánimo entre el personal, creando un clima de temor que podría afectar la productividad y la moral del equipo.
Mientras tanto, los educadores de la Dirección de Educación han salido a protestar, no solo por las desvinculaciones sino también por el riesgo de perder beneficios adquiridos durante más de tres décadas. El director de Educación, Humberto Garrido, justificó algunas de estas decisiones con la crisis financiera del municipio, subrayando la caída en las matrículas. Sin embargo, sus palabras han generado escepticismo entre los profesores que temen por su futuro laboral y el de sus beneficios.
Con estos desafíos en mente, la administración de Mario Desbordes se enfrenta a un camino complicado. Será crucial cómo gestione estos primeros meses y si podrá equilibrar las necesidades financieras de la municipalidad con la seguridad y bienestar de sus empleados. Los próximos pasos de Desbordes no solo influirán en su mandato, sino que también marcarán un período significativo en la historia de la municipalidad, pues la forma en que maneje esta transición podría ser determinante para la estabilidad de Santiago.