Ciencia

¿Los animales realmente sienten injusticia? Un análisis que puede cambiar tu perspectiva

2024-12-30

Autor: Lucas

La búsqueda de justicia y la frustración ante la desigualdad son emociones que usualmente asociamos con los humanos, pero, ¿son estas emociones también parte del mundo animal? Durante años, la comunidad científica ha debatido esta cuestión, analizando si los animales sienten una aversión a la injusticia similar a la nuestra.

Investigaciones anteriores han mostrado que especies como los monos capuchinos y las aves córvidas exhiben comportamientos que, a primera vista, pueden parecer indicativos de aversión a la inequidad. Cuando estos animales son privadados de una recompensa que esperaban, su reacción puede ser similar al descontento que muchos experimentan ante situaciones de injusticia.

No obstante, un reciente estudio de la Universidad de California, Berkeley, ha desafiado esta noción. Los investigadores revisaron 23 estudios pasados que abarcan 18 especies animales, analizando más de 60,000 observaciones a través de un nuevo enfoque estadístico. Los resultados, publicados en la prestigiosa revista *Proceedings of the Royal Society B*, revelan que las reacciones de estos animales no deben ser interpretadas como celos o aversión genuina a la inequidad, sino como una decepción ante expectativas no cumplidas.

Según Oded Ritov, investigador principal, “No podemos afirmar que los animales sienten celos basándonos en estos datos. Si hay algún efecto, es muy débil y podría manifestarse solo en situaciones muy específicas". Esta aclaración sugiere que el sentido de justicia en los animales no se compara en complejidad con el de los humanos.

El estudio señala que los animales tienden a mostrar signos de frustración no porque consideren que están recibiendo menos que otros, sino porque los humanos no les brindan lo que esperaban. Este hallazgo pone en evidencia que la percepción de injusticia en el reino animal podría no estar tan arraigada como en los humanos.

Por otro lado, el concepto de aversión a la inequidad en humanos implica un malestar profundo ante la distribución desigual de recursos y está en la esencia de la convivencia social. La habilidad de percibir y reaccionar a la injusticia ha sido crucial en la evolución de las sociedades humanas, donde la cooperación y la equidad son vitales para la supervivencia.

Investigaciones muestran que incluso los niños pequeños manifiestan enojo al notar que otros tienen más que ellos, lo que no solo se trata de un deseo por lo ajeno, sino una reacción a lo que consideran una falta de justicia.

En los últimos años, estudios sobre aversión a la inequidad han sido impulsados por experimentos emblemáticos, incluyendo el realizado por el primatólogo Frans de Waal, quien observó los comportamientos de los monos capuchinos frente a recompensas desiguales. En este experimento, se hizo viral la reacción de un mono que, al ver a su compañero recibir una uva en lugar de una rodaja de pepino, mostró evidente disgusto, lo que fue interpretado como evidencia de aversión a la injusticia.

Sin embargo, el metaanálisis de Berkeley contradice esta interpretación. Los investigadores encontraron que las frustraciones de los monos estaban más relacionadas con expectativas no cumplidas. Por ejemplo, cuando los monos eran expuestos a una situación donde las uvas estaban en jaulas vacías, su reacción seguía siendo la misma, lo que sugiere que su malestar no era por la comparación con sus compañeros, sino por la discrepancia con lo que esperaban obtener.

Este nuevo enfoque sobre la percepción de la justicia en el mundo animal nos invita a reflexionar sobre nuestra comprensión de la emocionalidad en diversas especies y nos recuerda que, aunque los animales muestran comportamientos complejos, son esenciales las diferencias que nos separan en cuanto a la percepción de la justicia y la equidad.