Ciencia

Las políticas de Trump aterrorizan a los científicos en EEUU: "Vivimos en una pesadilla"

2025-03-30

Autor: Mateo

Teresa (nombre ficticio), investigadora de un centro de investigación de renombre en Estados Unidos, se mudó desde Perú hace casi diez años para investigar el impacto de un virus tropical en la salud pública. Recientemente, de manera repentina y sin previo aviso, su beca fue revocada por los Institutos Nacionales de Salud (NIH), alegando que su investigación "ya no está alineada con las prioridades del Gobierno" de Donald Trump.

"Solo tenemos fondos para seguir investigando unos meses más. Después, no sé qué será de mí ni de mi equipo", comparte Teresa, quien prefiere el anonimato debido al miedo a represalias. Ella no es la única; muchos científicos están igualmente aterrorizados, especialmente aquellos con orígenes migrantes y que perciben una creciente hostilidad hacia sus investigaciones. "No solo estamos perdiendo financiación, sino que muchos vamos al laboratorio cada mañana con miedo a ser deportados", añade.

Desgraciadamente, esta situación no es aislada. Hace unos días, se reportó la detención de una investigadora rusa vinculada a Harvard, así como de una científica turca en la Universidad de Tufts, quienes enfrentaron arrestos simplemente por estar en Estados Unidos y trabajar en campos que no se alinean con la política de Trump. Un estudiante en la Universidad de Columbia fue detenido durante una protesta a favor de Palestina, lo que ha elevado los niveles de temor entre la comunidad científica.

En un contexto donde se estima que aproximadamente el 20% de los investigadores son migrantes, el clima de incertidumbre se ha intensificado. Las denuncias sobre becas revocadas, fondos congelados y líneas de investigación paralizadas son comunes en foros anónimos como Reddit. Los científicos están viendo cómo sus proyectos se desmantelan ante la falta de apoyo por parte del gobierno.

"La represión es tan fuerte que nadie se atreve a hablar de estos temas en público porque temen que se use en su contra", explica Teresa. Las políticas del Gobierno actual han creado un panorama aterrador, especialmente para quienes trabajan en áreas críticas como el cambio climático, los derechos LGBT y la perspectiva de género. Muchos programas de inclusión han sido cerrados o eliminados completamente, ahogando toda iniciativa que promueva la diversidad y la equidad.

"Estoy viviendo una pesadilla y no sé cómo saldremos de esta situación", dice un investigador en un emotivo relato sobre los obstáculos que ha enfrentado en los últimos meses mientras intentaba extender su contrato. La angustia se siente en cada rincón de los laboratorios.

Por otro lado, Hillary (nombre ficticio), una científica estadounidense que se especializa en estudios históricos de género, está igualmente preocupada. Ella menciona que sus investigaciones sobre el impacto de las enfermedades de transmisión sexual en mujeres de bajos recursos se han vuelto insostenibles debido a las políticas de Trump. "Todas mis líneas de trabajo están en la lista roja de conceptos vetados por Trump. Nos están llevando a una nueva era de oscurantismo", comenta, mientras busca desesperadamente alternativas.

Mónica (nombre ficticio), viróloga española con una larga trayectoria en Estados Unidos, resume la complejidad de la situación. A pesar de que su trabajo directo no ha sido afectado, los proyectos paralelos que sustentan su investigación están en peligro. Recientemente, recibió una propuesta de trabajo en España, pero se siente preocupada por sus colegas que no tienen las mismas oportunidades. "Migrar puede ser la solución para algunos, pero no resuelve el problema sistémico que enfrentamos", reflexiona.

En Europa, la sombra de Trump también se extiende. Varios investigadores españoles que colaboran con instituciones en Estados Unidos han recibido directrices sobre la ideología de sus trabajos, cuestionando si sus proyectos están relacionados con la equidad de género, el cambio climático o cualquier vínculo con países considerados adversarios, como China o Irán. Estos interrogantes están poniendo aún más presión sobre la comunidad científica, que teme que sus investigaciones sean deslegitimadas si no se adaptan a la política actual.

Las implicaciones de estas políticas son profundas y están generando un clima de miedo que afecta la innovación y el avance del conocimiento científico en Estados Unidos y más allá. La comunidad científica se enfrenta a un futuro incierto, donde la búsqueda de la verdad y el avance del conocimiento podrían ser sacrificados en el altar de la política.