Las granjas avícolas enfrentan nuevos desafíos: más costos por bienestar animal y la eliminación de jaulas

La Comisión Europea está avanzando hacia una reforma completa del bienestar animal en la industria avícola, aunque aún no ha presentado un plan definitivo. En 2021, se registraron más de un millón de firmas de ciudadanos de la UE apoyando la eliminación de jaulas para gallinas. Joan Vilamajó, un granjero de Lérida, indica que muchos distribuidores han comenzado a rechazar huevos producidos en jaulas, siguiendo las demandas de sus consumidores. Esto ha llevado a que la mayoría de las nuevas granjas se construyan con sistemas de producción en suelo.

Mientras que el sector avícola, representado por UPA (Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos), no se opone a estos requerimientos de bienestar, la preocupación principal radica en el costo que conllevarán estas reformas. Históricamente, la UE ha impuesto normas que resultaron problemáticas. Por ejemplo, en 2012 se exigió a los granjeros adaptar sus jaulas para proporcionar un mínimo de 750 centímetros cuadrados por ave, además de un nido, una litera, y perchas. Muchos granjeros no pudieron hacer estas inversiones y tuvieron que cerrar sus puertas, mientras que otros que sí adaptaron sus instalaciones aún luchan por recuperar su inversión más de una década después.

Desde 2013, el sector ha experimentado al menos tres periodos en los que los márgenes brutos eran negativos, específicamente en 2013, 2016 y 2021, lo que ha generado una crisis recurrente. Sin embargo, en los últimos dos años, un aumento en el consumo, sumado a la crisis aviar y la escasez de oferta, ha permitido a algunos granjeros disfrutar de márgenes más saludables, aunque esto es visto por muchos como un simple alivio temporal.

Entre los desafíos que enfrentan, destacan los crecientes costos operativos y la burocracia, que ha llegado a ser tan abrumadora que algunos han tenido que contratar consultores externos para manejar tareas como el registro de emisiones Ecogan. En respuesta a esto, UPA ha aplaudido el reciente compromiso de la UE para reducir el papeleo mediante un nuevo paquete legislativo.

El camino hacia el futuro: "Hacerse grande" para sobrevivir

Vilamajó, quien proviene de una familia de granjeros de gallinas, está decidido a que su legado continúe, pero para ello cree que las granjas deben "hacerse grandes". Es decir, tiene que adaptarse a la economía de escala, lo que él considera la única manera viable de soportar los crecientes costos. Afortunadamente, tiene un único cliente con el que ha negociado un contrato a largo plazo, lo cual le brinda cierta estabilidad en su negocio. Este modelo de 'integración', que ya es predominante en la industria porcina, está ganando terreno entre los productores avícolas, marcando un cambio significativo en la estructura del sector.