Ciencia

¡Las algas marinas pueden salvar a Mozambique! Pero cuidado, no son la solución mágica contra el cambio climático

2024-09-23

Mozambique, un país de enorme belleza natural con 2.700 km de costa, se encuentra en el ojo del huracán de la crisis climática, enfrentándose a ciclones tropicales devastadores y sequías extremas. Los desastres naturales han causado estragos en la vida de miles de personas, convirtiendo en urgente la búsqueda de soluciones efectivas.

Desde 2021, el Instituto Oceanográfico de Mozambique (InOM) ha estado a la vanguardia de un ambicioso proyecto de cultivo de algas marinas en el norte del país. Gracias al apoyo financiero de Selt Marine Mozambique, esta colaboración promete no solo ayudar a mitigar los efectos del cambio climático, sino también revitalizar la biodiversidad marina y reactivar la pesca local.

El proceso comenzó con la identificación de áreas idóneas para el cultivo de algas y la selección de especies adecuadas. Un grupo de casi cien locales, predominantemente mujeres, recibió formación para establecer y cuidar las granjas de algas, un trabajo que requiere dedicación y esfuerzo. Durante el ciclo de cultivo, los lugareños trabajan junto al equipo del InOM para monitorear el crecimiento y mantener la salud de las algas, un esfuerzo que puede cambiar sus vidas.

Uno de los objetivos es que estas algas marinas absorban el dióxido de carbono de la atmósfera, convirtiéndolo en biomasa orgánica. Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), es crucial eliminar grandes cantidades de CO2 para mantener el calentamiento global por debajo de 1.5°C, dado que se requieren 1.000 gigatoneladas de emisiones de carbono eliminadas en este siglo.

Las ventajas de las algas marinas son impresionantes. Tienen un crecimiento acelerado en comparación con las plantas terrestres, absorben hasta 20 veces más CO2 y se presentan como una alternativa viable para combatir la crisis del carbono. No obstante, la lucha no es sencilla. Los océanos, al calentarse debido al cambio climático, podrían afectar la salud de las algas, convirtiendo el futuro en un dilema incierto.

"Si el océano recibe demasiado carbono, comenzará a recalentar y las algas pueden empezar a morir", advierte Archibong Akpan, un experto en políticas climáticas. Es un llamado de atención sobre cómo el cambio climático puede sabotear estas iniciativas en el futuro.

A pesar de eso, la decisión de la comunidad de dedicar tiempo y recursos a este cultivo ha comenzado a dar sus frutos. Una madre de ocho hijos, Estefanía Calisto, comparte que con los ingresos de este proyecto, logra proveer alimentos y materiales escolares para sus hijos. Los ingresos adicionales que obtienen de este trabajo son cruciales, sobre todo porque las fuentes de ingresos tradicionales como la agricultura se han visto comprometidas por las condiciones climáticas.

Además, el proyecto no solo beneficia la economía local: la presencia de algas marinas ha favorecido el hábitat de diversas especies de peces, lo que se traduce en un ecosistema más saludable. Sin embargo, el camino a seguir está lleno de desafíos. Desde el coste de insumos necesarios para el cultivo hasta la falta de un mercado local robusto, la expansión del proyecto enfrenta múltiples obstáculos.

El mercado global de algas está en auge, valorado en 10.660 millones de dólares en 2024. Esto sugiere que hay un potencial enorme para que Mozambique se convierta en un jugador clave. Sin embargo, las cantidades actuales de algas cosechadas todavía son insuficientes para la exportación.

Hacia el futuro, es fundamental entender que aunque el cultivo de algas marinas puede ofrecer beneficios importantes a nivel local y medioambiental, no es la panacea para la crisis climática global. De acuerdo con el profesor Craig Johnson, "las pruebas actuales indican que las algas no van a ser las salvadoras de nuestra crisis climática".

A medida que la comunidad se une en este esfuerzo, el optimismo persiste. Las algas han demostrado ser un recurso valioso para el medio ambiente y, con un apoyo adecuado, pueden ser el principio de un cambio necesario. Sin embargo, es claro que la solución a la crisis climática requiere un enfoque multifacético que trascienda la simple adopción de cultivos de algas marinas.