En una reciente polémica, el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil, respondió a las declaraciones de la ministra del Interior de Chile, Carolina Tohá, quien afirmó que no se deberían cortar relaciones con Venezuela. Gil dejó claro que las relaciones entre ambos países ya están rotas desde hace meses, específicamente desde agosto.

"¡A ubicarse en la realidad!", escribió el canciller venezolano en su cuenta de Telegram, refiriéndose a una noticia que aludía a la postura de Tohá. Afirmó que los diplomáticos chilenos parecen no querer aceptar la situación actual: "Desde agosto del año pasado, la República Bolivariana de Venezuela expulsó a los representantes chilenos y rompió cualquier tipo de relación, retirando también todo nuestro personal de Chile, esto por su cercanía con el imperialismo estadounidense".

Gil criticó duramente al gobierno chileno, mencionando: "Mientras el gobierno imitador de Sebastián Piñera no asuma un papel digno y de respeto hacia nuestro país, no habrá posibilidad de restablecer las relaciones".

Por su parte, Tohá había indicado minutos antes que Chile no rompería relaciones con Venezuela a pesar de la investigación que lleva a cabo la Fiscalía chilena sobre la muerte del teniente (r) Ronald Ojeda, la cual podría involucrar al número dos del chavismo, el ministro del Interior venezolano, Diosdado Cabello.

"El gobierno de Chile no está de acuerdo con este método. Creemos que romper relaciones no avanza en la búsqueda de justicia ni ayuda en las investigaciones", aseguró Tohá. Ella argumentó que al no establecer un contacto diplomático, Chile no podría fortalecer su posición en comunidades internacionales ni exigir rendición de cuentas al gobierno venezolano.

Este intercambio de declaraciones entre ambos países refleja la creciente tensión en las relaciones diplomáticas y el contexto político complejo que enfrentan. La realidad es que la situación entre Chile y Venezuela es un tema delicado, con múltiples implicaciones a nivel internacional. Las acciones del gobierno de Chile y su postura ante la crisis venezolana continuarán siendo un punto de debate en el ámbito político y diplomático.