El futbolista chileno Javier Altamirano ha expresado públicamente su deseo de unirse a la Universidad Católica (UC). Sin embargo, en los últimos días ha mantenido conversaciones para llegar a la Universidad de Chile (U).

Mientras tanto, el mercado de fichajes sigue su curso y la UC busca reforzar su plantel para 2025. Durante los primeros días de enero, el equipo viajará a Uruguay para disputar dos amistosos como parte de su preparación para la Copa Chile, la Copa Sudamericana y el torneo nacional.

Universidad Católica tiene la intención de sorprender en este mercado y podría hacerse con un jugador que es un viejo anhelo de la U y su entrenador, Gustavo Álvarez. A pesar de las conversaciones que parecían avanzadas, estas han ido perdiendo fuerza recientemente.

Según reportó El Mercurio, Javier Altamirano, volante chileno que juega para Estudiantes de La Plata, es una de las opciones que maneja la UC para fortalecer su mediocampo en 2025. Se ha mencionado que el club argentino le ha insinuado al jugador que no será considerado para la próxima temporada, lo que le obliga a buscar un nuevo equipo.

Tras esta comunicación, Altamirano se reunió con Gustavo Álvarez en Buenos Aires, quien lo dirigió anteriormente en Huachipato y manifestó su interés por sumarlo a la U, pero no se llegó a un acuerdo. Esto ha abierto una ventana de oportunidad para la UC, que también está interesada en el mediocampista, aunque la situación es complicada considerando que Estudiantes de La Plata pide una cifra elevada por el jugador. Sin embargo, la UC espera poder convencer al futbolista y gestionar un préstamo.

Altamirano, oriundo de Talcahuano, tiene contrato con Estudiantes de La Plata hasta mediados de 2026 y el club pide aproximadamente 3 millones de dólares, una cifra que claramente no es viable para la UC en este momento. La esperanza es llegar a un nuevo acuerdo que beneficie a todas las partes.

A lo largo de su carrera, Altamirano ha jugado principalmente en Huachipato y Estudiantes, pero en 2019 dejó claro su interés en unirse a la Universidad Católica. "Mis objetivos inmediatos son seguir creciendo como jugador y tener una oportunidad en el extranjero. En Chile, me gustaría jugar en la Universidad Católica," declaró en agosto de 2019, cuando aún era conocido como Javier Urzúa. Ahora, más de cinco años después, su sueño de vestir la camiseta cruzada podría estar más cerca de hacerse realidad.