El pasado domingo, Universidad de Chile enfrentó una crucial definición en el Torneo Nacional. Tenían la oportunidad de superar a su eterno rival, Colo Colo, en la última fecha, pero el sueño se esfumó con un decepcionante empate 1-1 ante Everton en el Estadio Nacional.

Sin embargo, detrás de este desafío deportivo, uno de los jugadores clave del equipo, Charles Aránguiz, se encontraba lidiando con un profundo drama familiar que lo conmovió en estos días previos al partido.

De acuerdo a información revelada por LUN, la abuela de Aránguiz falleció la semana pasada, lo que provocó un fuerte impacto emocional en su familia. Charles compartió en una publicación que "la partida de mi hermana Mariana, primero, y ahora de mi abuela Margarita han sido golpes muy duros para mí y mi familia durante estos dos años".

El funeral de Margarita se llevó a cabo el sábado, un acontecimiento que dejó una profunda huella en el mediocampista. Fuentes cercanas al jugador informan que el lunes, Aránguiz se tomó un momento para visitar el cementerio en homenaje a su abuela, un reflejo del peso emocional que lleva sobre sus hombros.

A pesar de esta tristeza personal, Aránguiz deberá seguir adelante y preparar su equipo para el cierre de la temporada, donde tienen la opción de conquistar la Copa Chile. Universidad de Chile es el primer finalista confirmado y espera rival en la llave que disputan Ñublense y Magallanes. La gran final está programada para el 20 de noviembre en el Estadio Nacional, aunque aún falta por confirmar el horario.

Esta situación pone de manifiesto la incertidumbre y la presión que enfrentan los atletas, quienes deben equilibrar su vida personal con las exigencias del deporte de alto rendimiento. Charles Aránguiz, un ícono para su club y para la selección chilena, se enfrenta no solo al desafío en la cancha, sino también a una dolorosa despedida en su vida privada. ¿Cómo afectará esta carga emocional su desempeño en el próximo partido?