La reforma de pensiones en Chile está protagonizando un debate crucial en el Senado, centrado en las recomendaciones del Consejo Fiscal Autónomo (CFA) y en la propuesta del Ejecutivo para implementarlas. La Comisión de Hacienda, encabezada por el senador Felipe Kast, ha comenzado a estudiar en detalle el proyecto, apoyado por un extenso informe de más de 700 páginas de la Comisión de Trabajo y Previsión Social.

Ayer, la Comisión decidió no avanzar con el proyecto debido a ‘elementos de riesgo’ que deben ser revisados con cuidado. Estos riesgos se encuentran relacionados con las once sugerencias del CFA, a lo que el ministro de Hacienda, Mario Marcel, respondió con la presentación de siete indicaciones. Dichas indicaciones fueron discutidas junto al ministro y a la ministra del Trabajo, Jeannette Jara.

El primer riesgo abordado se relaciona con la sostenibilidad fiscal de la reforma. El Ejecutivo propone que si los ingresos tributarios son inferiores a lo esperado, las tasas de cotización aumentarán un 0,5% en lugar de un 0,7%, extendiendo el período de transición por dos años, algo que se justifica con la posibilidad de mejorar la recaudación. En segundo lugar, la Comisión discutió sobre el monitoreo integral de riesgos y el papel del Fondo Autónomo de Protección Previsional (FAPP).

Otro punto destacado fue la posibilidad de evaluar la función del Fondo de Reserva de Pensiones (FRP). El Ejecutivo sugiere incluir este fondo de forma obligatoria en la ley, asegurando así un respaldo legislativo más sólido. Además, se abordó la recalibración de metas de balance estructural y la importancia de fortalecer la institucionalidad relacionada con el CFA.

Entre las recomendaciones, se hizo hincapié en la necesidad de un asesoramiento actuarial que sea revisado por el CFA para asegurar su viabilidad. La discusión también abarcó temas como la edad legal para jubilarse, lo cual no ha tenido propuestas contundentes, aunque se reconoce la importancia del debate.

Un tema que ha generado controversia es el aumento de la cotización del empleador, que fue respaldado con votos a favor por varios senadores, fijándose en un 8,5% de la remuneración imponible, donde un 4,5% irá destinado a la capitalización individual del trabajador. El debate está poniendo a prueba la cooperación entre el gobierno y las diversas facciones políticas en el Senado, mientras muchos esperan que se logre un consenso rápido.

El presidente del Senado, José García Ruminot, también se pronunció sobre las críticas recibidas y defendió la decisión de avanzar en este acuerdo. El objetivo es claro: garantizar que los trabajadores chilenos tengan un sistema de pensiones más sólido y sostenible.

Además, se anticipa que el Senado podría desarrollar más sesiones el fin de semana para poder debatear otros aspectos cruciales de la reforma. “La voluntad de avanzar en este tema es contundente”, subrayó García.

Por otro lado, el ministro Marcel se refirió al retraso en la discusión, destacando que es crucial que el proyecto avance para que pueda ser debatido en la sala del Senado. Para la próxima semana, se planea convocar a la Cámara de Diputados para seguir analizando la reforma.

Con un entorno económico y social en constante cambio, la pregunta en el aire es: ¿Estamos al borde de una reforma que redefinirá el futuro de miles de chilenos? La respuesta se espera en las próximas sesiones del Congreso.