El legendario Sébastien Ogier, reconocido ocho veces campeón mundial de rally, ha sorprendido a todos en Chile no solo por su innegable rapidez al volante, sino también por su actitud sombría ante los medios. Desde el inicio de este evento, se ha notado que Ogier adopta un enfoque reservado, lo que refleja una controversia que trae consigo un trasfondo preocupante.

El pasado 8 de septiembre, tras finalizar el Rally Acrópolis en Grecia, Ogier fue objeto de una sanción por parte de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA). Esto ocurrió luego de que el piloto se dirigiera de manera desafiante a los comisarios de seguridad, comentando frustraciones sobre las condiciones del terreno: “Es molesto ver que el deporte nunca aprende. Preguntamos, sabemos que vamos a tener polvo. Hay polvo en el aire. Dicen que no. ¿Qué tienen en la cabeza? Nada. Es una locura”, expresó Ogier. Esta declaración llevó a una multa de 30,000 euros, que no solo impactó a Ogier, sino también dejó un claro mensaje sobre la importancia de la comunicación entre pilotos y organizadores.

En su regreso a Chile, el piloto de Toyota Gazoo Racing no dudó en manifestar su descontento con la sanción, lo que explica su falta de entusiasmo al hacer declaraciones. En un tenso día para él, afirmó a RallyTV: “Realmente no quería hablar hoy, nos han dicho que no deberíamos hacerlo en este momento”.

El malestar de Ogier fue respaldado por medios de renombre como Dirtfish y Autosport. A pesar de haber obtenido victorias en varias etapas del rally, incluyendo el SS1, SS4 y SS5, su frustración por la comunicación con la FIA se hizo evidente: “Lo siento por todas las personas que merecen algo mejor, pero la cúpula de la FIA nos ha dicho que nos callemos”.

La situación ha generado un debate a nivel internacional sobre la falta de entendimiento entre los pilotos y la FIA. Muchos fanáticos y expertos del automovilismo están siguiendo de cerca cómo se desarrollará esta controversia, preguntándose si llegará a afectar la reputación de uno de los mejores pilotos de la historia. Mientras tanto, la comunidad del rally reacciona, y los organizadores se enfrentan a presiones sobre la gestión de las condiciones de las carreras y su comunicación con los competidores.

¿Estamos ante un cambio en la forma en que se gestionan las relaciones entre pilotos y la FIA? Solo el tiempo lo dirá, pero una cosa es segura: Sébastien Ogier volverá a estar en el centro de atención tejiendo su legado en la historia del rally.